Los hilos de siglos y siglos presumen esplenderosos cada domingo de Corpus Christi en las fachadas lagarteranas a la espera de la llegada de la Custodia y la bendición del sacerdote. Desde primera hora de la mañana los vecinos de Lagartera sacan sus joyas artesanales de arcones y baúles, a los que vuelven minutos después del paso de la procesión que este año ha tenido otro ambiente.Más altares, más lagarteranos luciendo su bello traje típico y más visitantes, muchos de ellos invitados por el recientemente nombrado mayordomo de la Cofradía de la Veracruz de Lagartera, el conocido diseñador de interiores Tomás Alía, natural de Lagartera, y que también es desde el pasado año embajador de la cerámica de Talavera. Con esto, Alía ha querido destacar el «gran valor patrimonial de esta festividad que aúna la tradición artesanal de sus bordados, las costumbres ancestrales y la devoción religiosa».Mañana, con La Tribuna.