Fue segundo el proyecto más votado por la web de toda la ciudad en los pasados Presupuestos Participativos (330 votos online más cientos de firmas recogidas en papel) y sus promotores, la Asociación deVecinos El Tajo, se están comenzando a poner nerviosos. Porque el Ayuntamiento no termina de ponerlo en marcha, saben que en su interior había detractores, y tampoco llegan a convencerles las explicaciones municipales.
Hace décadas ya que los vecinos del entorno están pidiendo una rampa que una las calles Río Tiétar y Río Guadarrama, cuya conexión más directa es hoy unas empinadas escaleras. Se trata de un entorno con una población muy envejecida, que utiliza las mismas normalmente para ir a la compra. También son el camino hacia un colegio y un instituto. Desde hace varios años, residentes del entorno y la Asociación de Vecinos El Tajo están reivindicando una rampa que haga accesible el paso, proyecto que, curiosamente, se ha encontrado con el rechazo frontal de varias corporaciones municipales. Sin embargo, ha sido el proyecto que, sumando votos online y en papel, ha obtenido más apoyos en los Presupuestos Participativos, con lo que en teoría, apunta la Asociación, hay un compromiso por parte del Ayuntamiento para iniciar las obras este año.
¿Problemas en el Ayuntamiento? Sin embargo, hoy, después de los múltiples apoyos, la Asociación de Vecinos conoce que hay un proyecto que cumple las expectativas vecinales, que permite la actuación y se ajusta a los 75.000 euros de presupuesto. «Pero parece ser que hay algún problema en el Ayuntamiento, no sé si técnico o político, y por algún motivo, como en su día el Ayuntamiento no apostaba de ninguna de las maneras por las escaleras, nos da la sensación de que alguien está intentando retrasar al máximo posible esta decisión», explica el portavoz vecinal, Víctor Villén.
No en vano, recuerda la Asociación de Vecinos que el Pleno del Ayuntamiento ya ha dado el visto bueno a siete proyectos de los Presupuestos Participativos, por valor de 383.883 euros. «Lo suyo hubiera sido empezar con el proyecto con mayor votación, de largo, en toda la ciudad, y entendemos que no hay ninguna justificación para no llevarlo a cabo», apunta Villén.
Ante esta situación, El Tajo se ha puesto en contacto con la concejal de Participación Ciudadana, Helena Galán, que ha confirmado que el proyecto ha de salir adelante, «pero que hay algún problema con los técnicos, que no sé si lo que quieren es ver un proyecto concreto en lugar de un boceto, o seguir poniendo pegas», advierte el portavoz vecinal. Por su parte, la presidente del Distrito, Inés Sandoval, ya apuntó en el último Consejo de Participación que el proyecto estaba aprobado y que las escaleras se iban a hacer. La Asociación le ha mandado un escrito y ella le ha contestado por escrito «que está pendiente de presupuesto». Pero «no es cierto que esté pendiente de presupuesto, porque los presupuestos ya estaban», advierte Villén.
Más allá, la Asociación recuerda que el Polígono se han quedado en el tintero otras propuestas apoyadas por los vecinos, como la entrada al centro social (15.000 euros), la plaza de aparcamiento para discapacitados en el acceso del recinto ferial (8.000) y la mejora de una zona ajardinada para evitar desplazamiento de tierras (25.000).
Además, se ha producido un remanente de cinco mil euros, que los vecinos esperan que se reinvierta el próximo año en el Polígono. Es más, la Asociación entiende que estos son unos presupuestos finalistas, y que no se pueden utilizar en otras cuestiones. En condiciones, tanto los ahorros por las obras a la baja, como los proyectos que no se ejecuten, se tendrán que revertir el próximo año en los siguientes Presupuestos Participativos. Porque El Tajo ya ha trasladado al Ayuntamiento que, si es necesario, tiene varias propuestas más para seguir actuando en el Polígono. Su grupo de trabajo tendrá que establecer un orden de prioridad para presentarlas, en base a las necesidades del barrio.