Los funcionarios de prisiones amenazan con seguir

La tribuna
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Mañana sábado, a las 22,00 horas, termina la sexta jornada de huelga de prisiones aunque aseguran: «no vamos a parar» hasta que el Ministerio del Interior retome las negociaciones

redacción / toledo

Esta noche, a las 22,00 horas, finaliza la sexta jornada de huelga de los trabajadores de prisiones después de las celebradas en octubre y las cuatro que han tenido lugar estos días, con las que reclaman al Ministerio del Interior que retome la negociación. Una negociación, recueda Mar Téllez, de Acaip en Ocaña, que se rompió el 28 de septiembre con la retirada por parte del Ministerio «de la propuesta económica de reclasificación de los centros» y de la que no han tenido más noticias, por lo que advierten que «el malestar de los trabajadores está creciento ante una situación inasumible» y que esto puede derviar en otras medidas de presión entre las que no descartan la huelga indefinida. 

La jornada de ayer en Ocaña presentó algunos incidentes «normales en una huelga», señaló Téllez, ya que al haber solo el personal de servicios mínimos «las actividades regimentales se ven retrasadas o incluso suspendidas», pero «esto es lo que ocurre en jornadas de huelga», advierte Téllez que afirma que la participación ha rondado el 100% todos los días.

Por su parte,  el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Manuel González Ramos, señlaba que  «hay que respetar» tanto el derecho de huelga, como los servicios mínimos, ya que, aunque estas reivindicaciones son, a su juicio, «entendibles», las administraciones tienen que «velar» por los servicios mínimos en un servicio público.

Mar Téllez recordaba que los funcionarios de prisiones «llevamos muchos años callados y aguantando» y advertía de que si no se producen acuerdos el sistema de Instituciones Penitenciarias «se va al traste». En este sentido, recordaba la representantes de Acaip en Ocaña que los funcionarios de prisiones tenemos encomendada una labor constitucional y apeló al «talante y diálogo con el que se les llena la boca» a los responsables del Gobierno y que en el caso de estos profesionales «no lo demuestran».