Diego Merino será el técnico del CD Toledo el domingo, a las 18:00 horas, frente al CD Marchamalo en el Salto del Caballo. Así lo confirma el presidente de la entidad, Joaquín Sánchez-Garrido, después de una reunión, en la tarde-noche del pasado lunes, en la que el consejo de administración le transmitió sus sensaciones por la mala dinámica deportiva del equipo, con cuatro derrotas en cuatro encuentros de Liga.

El regidor insistió en que la situación es “una corresponsabilidad de todos”. Por eso, en dicho encuentro con el entrenador aprovecharon también para recibir sus impresiones. Lo que no esconde Sánchez-Garrido es que se equivocó al decir, la semana anterior, que no se podía ir a peor: “Sí se podía, porque el partido fue pésimo”. De todos modos, aunque entiende todos los calificados que ha tenido que leer y escuchar en estos días, “la gente quiere cabezas cortadas y que se tomen decisiones inmediatas con efectos inmediatos, pero nuestra obligación es no pensar como un aficionado”.

De esta manera, pide un poco de paciencia, porque “solo se han jugado cuatro partidos, y quedan todavía treinta”. Repite que “no se puede perder como el otro día”, pero añade que no es de tendencia catastrofista y sigue pensando que “esta plantilla tiene calidad” y que “va a salir en cualquier momento”. Eso sí, no esconde que el inicio de temporada “está muy lejos de las expectativas”.

Sobre cómo ve a Diego Merino, el presidente del club verde reconoció que está “con fuerzas y con ganas de revertir la situación”. Además, dijo que “nadie es infalible”, así que ahora mismo solo piensa en preparar un encuentro, el del CD Marchamalo, que el CD Toledo necesita ganar para no agravar los problemas. Eso sí, Sánchez-Garrido también indició que “en el fútbol el crédito no es ilimitado para nadie”, por lo que parece que este nuevo derbi regional suena a ultimátum para el técnico de Mérida.