Las restricciones de la viruela ovina y caprina han supuesto un incremento de los costes de producción en las explotaciones ganaderas de la comarca de Talavera de aproximadamente un 40% en los últimos seis meses. Así lo ha trasladado a La Tribuna la secretaria provincial de UPAToledo, Elisa Fernández, quien ha precisado que si bien las restricciones a la movilidad impuestas por parte de la administración regional para atajar este problema sanitario ya se han levantado en la mayor parte de Castilla-La Mancha, entre ellas la comarca de Talavera, los efectos económicos de esta medida se han dejado notar en el sector.
Como ha recordado Fernández, el pasado 30 de junio el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) publicó una Resolución de la Dirección General de Agricultura y Ganadería, por la que se determinan las medidas sanitarias a adoptar en las explotaciones de ovino y caprino en la zona de restricción adicional (ZRA) que engloba las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, ante la declaración de focos de viruela ovina y caprina en Castilla-La Mancha.
En ella, se establece una Zona de Protección constituida por las explotaciones de ovino y caprino de una serie de municipios de Albacete, Ciudad Real y Cuenca, así como una Zona de Vigilancia que, en el caso de la provincia de Toledo no afecta a ninguna de las localidades de esta comarca.
Asimismo, se establece una ZRA constituida por las explotaciones de ovino y caprino de las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, que no se encuentren incluidas en la Zona de Protección y la Zona de Vigilancia. En ellas, los mataderos podrán recibir animales procedentes del territorio nacional para su sacrificio y se autorizan los movimientos de animales de explotaciones de ovino y caprino a un matadero, situado en la ZRA, para su sacrificio, con una serie de condiciones.
Como explica Fernández, el problema que había en la comarca de Talavera era que la recogida de animales debía hacerse de manera individual granja a granja, en lugar de hacerlo en un único trayecto, lo que hacía que no se los quisieran recoger porque suponía un encaremiento de los costes del transporte. Por ello, desde las ganaderías se reivindicaba que si las explotaciones estaban alejadas de la zona del foco de viruela, que no se tuviera que realizar de forma individual. «Eso se levantó» con esta última resolución, ha explicado la responsable de UPA, si bien todavía se mantienen vigentes medidas para evitar riesgos de contagio.
Pese a que en la comarca de Talavera no ha sido preciso sacrificar animales por positivos en las granjas, este brote de viruela ha supuesto «un coste alto de producción» para ellas porque no han podido sacar los animales a cebaderos y han tenido que alimentarlos allí. «Esto es un coste añadido, además de los que hay», ha apuntado Fernández, refiriéndose en este sentido al incremento de precios de carburantes, alimentación y electricidad, entre otros, a los que no ha escapado la ganadería en los últimos meses.
Con todo, desde el sector se están reivindicando ayudas compensatorias para paliar las pérdidas causadas por las restricciones de la viruela ovina y caprina en todas estas explotaciones ganaderas.