Francisco Muro de Iscar

MUY PERSONAL

Francisco Muro de Iscar

Periodista


Los derechos, el debate y el dinero

19/01/2023

Hasta las malas ideas si se presentan bien pueden engañar a muchos. Y las buenas, si se presentan mal, acaban siendo un desastre. La idea de Vox de enredar en el avispero del aborto le ha venido de cine al presidente Sánchez para sobreactuar como si alguien hubiera intentado dar ¡un golpe contra el Estado! Y todo ello, sin entrar en el problema de fondo que es cómo hacer políticas eficientes de natalidad o cómo hacer viable el derecho de las mujeres que lo deseen a ser madres sin que ello les penalice en su vida personal y profesional.

Pero ese error, sumado al de la descoordinación entre la rama Vox y la rama PP en ese gobierno de Castilla y León -similar, aunque menos radical, que el que existe en el gobierno de la nación-, y a la incompetencia de su vicepresidente -pero no sólo de él- ha permitido a Sánchez volver a ganar otra batalla: que no se hable de los graves errores de las leyes que promueve. Hasta Manuela Carmena ha dicho que "no corregir la ley del sí es sí es soberbia infantil". Yo creo que es mucho más que eso: ha abierto la puerta de la cárcel a violadores y pederastas. La reforma de la sedición ya ha puesto en la calle a 22 delincuentes. Y pronto lo hará con corruptos de diverso signo. Y es solo el principio. Pero mientras se habla del aborto, todo lo demás pasa a segundo plano: la mala praxis legislativa, la inflación, la deuda, los apuros de la inmensa mayoría de las familias para llegar a fin de mes, la falta de medidas para incentivar la inversión empresarial...

Este Gobierno está viviendo del aumento de los impuestos directos e indirectos -en torno a 30.000 millones en 2022-, de no deflactar la tarifa del IRPF, con lo que aumentará la partida de ingresos y cargará la crisis sobre los contribuyentes, y de los fondos europeos: 140.000 millones, la mitad a fondo perdido, más 84.000 millones a crédito con una carencia de 10 años. Y ahí es dónde ni el Gobierno informa ni la oposición pregunta. Esos fondos Next Generation son los que no sólo nos deben salvar de la crisis económica sino que tienen que servir para modernizar la economía, apostar por la tecnología, definir e impulsar nuevos sectores punteros, hacer reformas en otros, como la sanidad, la educación o la justicia, que son básicos para conformar el "escudo social" y el estado del bienestar y hacer sólido el Estado de Derecho. En resumen, cambiar el modelo social, económico e industrial, absolutamente obsoleto en buena parte de la geografía española. Y eso, aunque lo maneje el Gobierno, lo tienen que gestionar las comunidades autónomas.

Pues bien, ni el Gobierno dice cuánto dinero ha llegado hasta ahora, cuánto se ha repartido, con qué criterios y a qué sectores ha llegado. Tampoco ha reunido, desde hace año y medio a la Conferencia Sectorial de Fondos Next Generation. Ni hay cogobernanza ni diálogo con las comunidades autónomas y con los empresarios ni transparencia. Y la oposición ni investiga y reúne datos de la realidad, ni pregunta al Gobierno. Nada de nada. Y si gana, tendrá que gestionar lo que quede en la caja. Europa es reacia a liberar nuevas partidas ante la mala gestión y la peor información sobre las ya recibidas y manda a sus "hombres de negro" a investigar sobre el terreno.

Hasta el exministro socialista Jordi Sevilla, cercano a Sánchez como antes a Zapatero, ha dicho que "el modelo burocrático administrativo con el que estamos gestionando estos Fondos es casi del siglo XIX" y no sirve. Frena, no llega a sus destinatarios y se desaprovecha. Está siendo un fracaso descomunal. En serio, ¿cuál es el debate que interesa? El que le interesa a Sánchez lo sabemos todos. Todos menos Vox.