Los teléfonos de Ferraz, La Moncloa, Alcalá 253 -sede central de Ciudadanos- y Sabin Etxea -la del PNV- llevan días echando humo. Yes que está en juego la sexta prórroga del estado de alarma, que aún no ha solicitado formalmente el Gobierno, aunque todos dan por hecho que la pedirá. Ono. Porque los socialistas no se la quieren jugar el próximo miércoles en caso de que den el paso al frente y la propongan. Por eso quieren tener atados y bien atados a liberales y jetzales, sumamente dolidos tras lo ocurrido en la última votación, cuando Sánchez, a sus espaldas, había pactado la abstención de EH Bildu a cambio de la derogación total e inmediata -luego reculó- de la reforma laboral.
Fuentes de cinco grupos parlamentarios coinciden en destacar que está todo en el aire y que las interlocutoras del Gobierno y del PSOE, Carmen Calvo y Adriana Lastra, principalmente, están midiendo el nivel de apoyo, y que la decisión será inminente y lo más probable es que la anuncie el presidente Sánchez mañana.
Cs y PNV son la prioridad, pues han sido los aliados esenciales en la cuarta y quinta prórrogas.
El acuerdo para transferir al País Vasco la gestión del nuevo Ingreso Mínimo Vital se interpreta como un gesto que prácticamente deja atado el sí del grupo nacionalista, a entender de las fuentes.
No obstante, el «enfado» por la pequeña traición persiste, dado que los nacionalistas tenían que haber sido informados de ese acuerdo con los abertzales. Pero, fieles al practicismo, el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, advirtió al Gobierno que, si hay una nueva prórroga del estado a alarma, tendrá que ser la última, y pedirá respeto al ámbito competencial de cada comunidad autónoma. En concreto, apuntó que se debe abrir paso a que el Gobierno vasco «gestione el cien por cien de sus competencias ya en ese camino hacia la normalidad». Horas antes, el lendakari, Íñigo Urkullu, habló de fomentar la movilidad entre Euskadi, Navarra y Aquitania (País Vasco francés).
Eso sí, queda mucho trabajo con los liberales, pero los contactos han comenzado, como reveló ayer el líder interino de la formación, Edmundo Bal, que señaló que el día anterior había hablado por teléfono con Pedro Sánchez. El andaluz comentó que este va cumpliendo sus exigencias, pero no aclaró si apoyarán finalmente la prórroga.
Respecto al pacto entre el PSOE, Unidas Podemos y Bildu, dijo que es «malísimo para España», pero lo enmarcó en los «locos acuerdos de investidura» del «Gobierno Frankenstein» encabezado por Sánchez. En su opinión, ese acuerdo es «totalmente repugnante» por el hecho de que el partido abertzale forme parte de él: «Nosotros no vamos a apoyar ningún blanqueo de Bildu».
Mientras, los socialistas siguen buscando apoyos. Con Más País está hecho el acuerdo, no así con ERC y Compromís, a los que se ha llamado. Pendientes del teléfono están CC, Teruel Existe y el PRC.