El encendido del alumbrado navideño más concurrido sorprendía  con el arranque de diciembre a los talaveranos, con un punto central: la corona de reyes que se ha ubicado en la plaza de San Francisco. La iluminación artística es una de esas tradiciones que no faltan a su cita con la Navidad y que durante más de un mes anima a talaveranos y visitantes a acercarse a las principales zonas, con el consiguiente beneficio para empresarios y comerciantes.

La animación típica de las compras navideñas no se puede separar de la iluminación, en la que ciudades y pueblos compiten para conseguir los efectos más espectaculares. En el caso de Talavera, la corona de la plaza de San Francisco, que permite a los viandantes entrar y salir del elemento y hacerse fotografías en este entorno tan plenamente navideño, se da la mano con el gran abeto de la vecina plaza del Reloj. 

Pero no son ni mucho menos los únicos elementos. La ornamentación luminosa se extiende por las cortinas luminosas que se han situado en calles tan céntricas como San Francisco y Trinidad, pero también en las cerca de doscientas farolas con elementos navideños en avenidas principales como Juan Carlos I, Francisco Aguirre, Salvador Allende o avenida de la Constitución, entre otras. 

También se han repartido arcos iluminados y letreros de bienvenida en las entidades locales y en los diferentes barrios periféricos, como Patrocinio, Gamonal, El Casar de Talavera, Barrio de Santa María y en Talavera la Nueva.

De todo ello podrán disfrutar talaveranos y visitantes hasta el 6 de enero, cuando las luces y calendario dirán adiós a las fiestas.