Las becas de la Fundación Amancio Ortega volverán a tener el próximo curso representación talaverana. Silvia Sánchez Martín y Laura Otero López, de 16 años y alumnas de Compañía de María, tienen ya el pasaporte dispuesto para viajar y vivir durante 10 meses una aventura ilusionante con la que además reforzarán su currículum para un prometedor futuro.
Como cada año, la Fundación convoca 400 becas para realizar estudios de 1º de Bachillerato en EEUU o Canadá, de las cuales 70 son para Galicia -comunidad del fundador del Grupo Inditex- y 330 para el resto de España. De ellos, un total de 15 becados son de Castilla-La Mancha, dos de Talavera.
Con un expediente académico impecable, y después de superar una prueba de inglés y una entrevista personal entre unos 11.000 aspirantes, Silvia y Laura han sido seleccionadas con esta beca que incluye todos los gastos de viaje, alojamiento con una familia, seguro médico y dinero extra para sus gastos. La experiencia será además su primer viaje de estudios en el extranjero, inquietud que ambas comparten para mejorar su formación académica y que iniciarán por la puerta grande.
La empresa no ha sido fácil, más teniendo en cuenta la cantidad de personas que optan a estas becas marcadas por el prestigio y las facilidades que ofrecen a los alumnos. Pero la ilusión y el esfuerzo pudieron con el desánimo ante la dificultad. «Si no lo intentaba, nunca lo iba a conseguir», indica Silvia recordando cuando se planteó intentarlo. Laura, del mismo modo, recuerda que aunque complicado, «era un sueño y siempre hay esperanza».
Para ello, el esfuerzo era fundamental. Las notas que más se tienen en cuenta son las de ESO pero especialmente las de 3º y el inglés, «así que este curso nos esforzamos especialmente». También valoran mucho desde la Fundación Amancio Ortega «que seas una persona abierta de mente» y fuerte psicológicamente, ya que aunque bonita, la experiencia también será dura, al menos al principio.
Las talaveranas conocieron la noticia en diciembre, y desde entonces, se han formado convenientemente para afrontarlo. Además de la soltura con el inglés, en el que destacan, participaron en febrero en Madrid en una jornada de orientación junto al resto de becados, donde les informaron de las características del viaje, su estancia en el lugar asignado, la familia de acogida y las mejores condiciones para salvar la posible nostalgia de familia y amigos. Tanto es así, que les recomiendan hablar lo justo con ellos para enfrentar cuanto antes el choque cultural y la distancia y no sufrir la lógica añoranza, allí conocida como homesickness. Todos los consejos de la Fundación van encaminados a mejorar y hacer más rápida la adaptación a su nueva vida.
Aunque proceden del mismo centro educativo, Silvia y Laura no estarán juntas en su aventura americana. La primera estudiará en Estados Unidos, en Williamsburg (Virginia), empezando su curso escolar el 28 de agosto, aunque antes tendrá unas jornadas de orientación de varios días en la ciudad de New York con otros estudiantes de intercambio.
Laura pasará el curso escolar en Dartmouth, Nueva Escocia (Canadá), donde se alojará con una familia y comenzará su nueva experiencia el 5 de septiembre.
Ambas ya han mantenido contactos con las familias de acogida y están plenamente satisfechas, porque «son majísimos», explican. Y es que además de enriquecedor profesionalmente, este viaje les pondrá en contacto con personas de otros países, con quienes compartirán no solo formación académica, sino también emociones y sentimientos que ayudarán en su crecimiento personal.
Allí, además, deberán participar en tareas de voluntariado, como el resto del alumnado.
Silvia y Laura son maduras, trabajadoras y conscientes del sacrificio realizado, y el que está por venir, para conseguir sus objetivos. Entre ellos, los deseos de Silvia de estudiar Física o Astrofísica, y los de Laura, no tan claros, pero sí encaminados al aprendizaje de idiomas y más salidas al extranjero; no obstante, además de controlar el inglés, también estudia francés e italiano.
El viaje se acerca y el vértigo se hace mayor, aunque no terminarán de creérselo hasta que no se vean en el avión, indican. El logro está conseguido. Ahora solo falta disfrutar, y aprender mucho.