La venganza se sirve en plato frío. Es lo que debió pensar el Cazalegas después de derrotar al Atlético Tomelloso en su campo por 0-2, después de que la escuadra ciudadrealeña ascendiera a Tercera División hace año y medio en una eliminatoria entre ambos.
Fue mucho mejor el conjunto toledano en la primera mitad, de la que se fue ganando por la mínima, pero pudo haber caído algún gol más. Se adelantó pasado el minuto diez en una acción con fortuna en la que Rubén Rivera remató a puerta un pase atrás y el balón lo desvió casi sin querer Godoy y se coló en la meta de la escuadra tomellosera.
Siguió atacando el Cazalegas buscando ampliar su renta, pero no estuvo acertado de cara a gol. Tuvo dos oportunidades Alfre Ramos. En la primera se le fue el control cuando se quedó delante de Monreal y en la segunda el guardameta de Cinco Casas consiguió atrapar el disparo del ariete. El Atlético Tomelloso solo se pudo acercar con peligro a la portería de Soto con un remate de Yeison que acabó en agua de borrajas.
En el segundo tiempo se equilibraron más las cosas. Salió mejor el equipo auriverde, pero no se arrugaron los pupilos de Rubén Pulido. Otro Rubén, en este caso Gómez, fue el que estuvo a punto de poner el 0-2, con un zapatazo desde fuera del área que se estrelló en el palo. Aun así, ya tenía más presencia en campo rival el cuadro local que por mediación de David Sevilla tuvo cerca el empate, pero su disparo lo paró en dos tiempos Soto.
Minutos después vio tarjeta roja el segundo entrenador del Tomelloso, Álvaro Castillo, por protestar. Y en el minuto 75 llegó lo que estaba mereciendo durante casi todo el encuentro la escuadra visitante. En un error grosero de la zaga tomellosera, Meneses apareció en el área chica para empujar el balón al fondo de las mallas y poner el 0-2 en el electrónico.
No le quedó otra al cuadro auriverde que volcarse y poner toda la carne en el asador si quería puntuar, pero pese a ello el conjunto toledano manejó bien el partido y no concedió ocasiones claras. Mejor la primera parte del Cazalegas que la segunda, en la que jugó con fuego, pero volvió a acumular las situaciones más peligrosas.