Adiós al libre albedrío

J. V. (SPC) - Agencias
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La IA alcanza la última frontera humana tras ser capaz de predecir el comportamiento del hombre con una precisión impresionante

Adiós al libre albedrío - Foto: Imagen de freepik

Parece escalofriante, pero la Inteligencia Artificial ha dado tal paso de gigante que hasta puede predecir el comportamiento humano. No es ni ciencia ficción ni el sueño de un grupo de científicos locos. Investigadores del prestigioso MIT de Massachusetts y de la Universidad de Washington han construido un modelo tan revolucionario en analítica avanzada que es capaz de anteponerse a una decisión humana con una precisión impresionante.

Ver para creer. Este sistema, basado en el análisis del comportamiento pasado, puede anticipar desde elecciones en rutas desconocidas hasta movimientos en partidas de ajedrez, revelando un aspecto sorprendente de nuestra naturaleza: la aparente previsibilidad de nuestras acciones.

El núcleo de este avance radica en el concepto llamado presupuesto de inferencia, que cuantifica la cantidad de planificación que un individuo puede permitirse antes de tomar una decisión en algún ámbito de su vida. Esencialmente, esta novedosa inteligencia artificial observa las acciones previas para inferir los límites computacionales de un agente, ya sea humano o artificial, y así predecir su comportamiento en el futuro.

Sin embargo, esta capacidad de predicción plantea cuestiones filosóficas profundas sobre la naturaleza de nuestras decisiones. ¿Es el libre albedrío una ilusión? ¿Hasta qué punto somos realmente libres para tomar decisiones si una máquina puede predecirlas con tanta exactitud? Estas son algunas de las preguntas más fundamentales de la filosofía contemporánea y antigua. De hecho, la teoría del  determinismo sostiene que todas las acciones están establecidas por causas anteriores y condiciones biológicas, lo que sugiere, en última instancia, que las decisiones humanas son predecibles.

Sin embargo, este modelo de IA no elimina completamente la posibilidad del libre albedrío, ya que reconoce patrones que podrían ser tanto causales como correlativos, matemáticamente hablando.

Decisiones determinadas

Llegados a este extremo, en el que la analítica avanzada puede adelantarse a la decisión de la persona, pero dejando un resquicio a la posibilidad del albedrío, algunos expertos consideran que la elección propia podría ser una cuestión de grados. Es decir, nuestras elecciones estarían influenciadas por esos eventos pretéritos pero no totalmente determinadas por factores externos. 

No obstante, otros sostienen que este grado de libertad está intrínsecamente ligado a nuestras experiencias y a la biología, lo que nos devuelve de nuevo al determinismo.

Además, este avance plantea también preocupaciones éticas sobre el uso de la Inteligencia Artificial para comprender la cognición humana y la toma de decisiones. En última instancia, la existencia de un modelo de IA que puede predecir patrones de comportamiento humano lleva a reflexionar sobre el equilibrio entre libre albedrío y determinismo en nuestras vidas.