Se vio corto el resultado de 1-0 en la ida, así que no queda más remedio que multiplicar por un número más el esfuerzo que ya de por sí se tenía que hacer este sábado en La Vidriera (18:00 horas) en el partido de vuelta de los 'playoff' de ascenso a Segunda Federación ante el CF Vimenor. El CD Illescas tiene una obsesión: ser equipo de superior categoría la próxima temporada. Y se encuentra frente a frente con su último impulso.

El sabor agridulce de ese gol no concedido casi con el tiempo ya cumplido ha ido desapareciendo a medida que se acercaba el siguiente encuentro. Los más de 200 espectadores que viajarán a tierras cántabras y los que se queden en Illescas son los primeros convencidos de que el éxito se encuentra a la vuelta de la esquina. Nunca va a estar tan cerca como esta temporada, y eso hay que agarrarlo de cualquier manera.

Lástima las representaciones indeseadas con el colegiado al finalizar el partido en casa, porque van a privar al entrenador de dar órdenes a pie de césped a sus jugadores. Y los suyos están muy ligados a él. Han creído en sus ideas futbolísticas, y ahora tienen que ejecutarlas sin que se las exhale en el cogote. Lo tienen automatizado. Son los verdaderos protagonistas. Ellos van a poner (o no) al cuadro sagreño en otra dimensión inesperada pero a la vez anhelada.

Poveda es el único integrante de la plantilla que es baja segura para participar. Pero todo lo que no sea elegir el once habitual, será sorpresa. El CD Illescas no va a cambiar su forma de ser. O se acepta así, o va a costar sacar el partido adelante. Esto es este club, y lo será hasta el final.

Llera se situará en la portería, con una defensa de tres centrales en la que aparecerán Chaves, Ranera y Sousa. Como carrileros, los de siempre, Dani Cáceres y Víctor Rodríguez. Por delante, Jorge Rico será el ancla, apoyado por Marcos Martín y Cristian Collazo, mientras que Molina y Mingo se moverán en la parcela atacante para buscar las mallas del CF Vimenor.