Robert De Niro, el hombre de las mil caras

SPC
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Durante el mes de agosto, TCM celebra cada jueves el 80 cumpleaños del veterano actor con una selección de sus mejores películas como 'Taxi Driver', 'El cabo del miedo' o 'Toro salvaje'

El actor Robert de Niro - Foto: EFE

Todos los jueves del mes de agosto TCM emitirá algunas de las mejores películas de la filmografía de Robert De Niro con motivo de su 80 cumpleaños. Títulos como Heat, dirigida por Michael Mann, en la que hay un inolvidable cara a cara con Al Pacino; El rey de la comedia, Taxi Driver y El cabo del miedo, realizadas por su director preferido, Martin Scorsese; El corazón del ángel, de Alan Parker o Brazil de Terry Gilliam. Además, el jueves 17 de agosto, día en el que cumple 80 años, toda la programación estará dedicada a este grandísimo actor que ha brindado algunas de las más brillantes y recordadas interpretaciones del cine de todos los tiempos.

La estrella neoyorquina nació en un caluroso verano de 1943 arropado en los ambientes artísticos del Greenwich Village Su madre era pintora y poeta. Su padre, un reconocido pintor y escultor de la escuela del expresionismo abstracto. Él suele recordar que, desde que era pequeño, soñaba con convertirse en actor. Con diez años hizo de león cobarde en una representación escolar del clásico musical El mago de Oz y con 16 años decidió dedicarse profesionalmente al mundo de la actuación.

Estudió interpretación en la escuela de Stella Adler y más tarde en el prestigioso Actor's Studio. Algo que resultó fundamental en su formación y en su posterior carrera. Sus primeros trabajos cinematográficos los realizó a las órdenes de Brian De Palma en películas como The Wedding Party, Saludos y ¡Hola mamá!, pero fue de la mano de otro director italoamericano, Martin Scorsese en Malas calles (1973), cuando comenzó a despuntar.

En la década de los setenta, ochenta y buena parte de los noventa, De Niro se convirtió en el intérprete por excelencia del cine norteamericano, una especie de camaleón de las pantallas, capaz de transformarse física y emocionalmente en cualquier personaje que le pusieran por delante. Se metió en la piel del joven Vito Corleone en El Padrino II, papel por el que consiguió su primer Óscar como mejor actor secundario. Interpretó al hijo de un rico hacendado en la Italia de los años 30 en Novecento, y se subió a un cuadrilátero para dar vida al boxeador Jake La Motta en Toro salvaje (1980), personaje que le valió su segundo Óscar, esta vez como actor principal.

Con cada una de sus películas, los espectadores conocían también el largo y a veces tortuoso proceso de preparación que De Niro había acometido para intentar lograr la perfección en cada uno de los papeles. Para Taxi Driver (1976) trabajó como taxista durante un mes. Aprendió esgrima para ser el capitán Rodrigo Mendoza, el noble reconvertido a religioso jesuita que sale en La misión (1986). 

Engordó 27 kilos en Toro salvaje y se quedó casi en los huesos para rodar El cabo del miedo (1991), y así sucesivamente en su dilatada carrera cinematográfica. Robert De Niro ha representado, quizá como ningún otro actor, la viva imagen de los Estados Unidos. Un país heterogéneo, mezcla de culturas y de tradiciones. En sus películas ha sido monje, soldado, mafioso, padre de familia, saxofonista, psicópata...

Por suerte, con esos 80 años de vida a sus espaldas, Robert De Niro no piensa en la jubilación. Antes de que finalice el año, los espectadores le verán en la esperadísima Killers of the Flower Moon, su nueva colaboración con su director fetiche, Martin Scorsese, y tiene en su agenda laboral varios proyectos más. Mientras siga disfrutando con la actuación, dice De Niro, continuará en la brecha.