Nadie está preparado para una situación así. Ver cómo las llamas devoran en cuestión de minutos tu hogar es un mazazo del que cuesta recuperarse. La situación se acrecienta cuando hay personas mayores y niños pequeños a tu cargo. Todo este particular drama es que el que está viviendo la familia que se vio afectada por el incendio de su piso en la calle Río Bullaque el pasado 26 de julio. Desde entonces, 15 días después de la tragedia, aseguran sentirse desamparados por parte de las instituciones.
«Nadie nos ha ayudado en nada ni la alcaldesa se ha interesado por nosotros», afirma Alba Burgos, una de las afectadas, madre de tres hijos, que no entiende cómo se puede dejar desatendidas a tantas personas, ya que en total son ocho los integrantes de la familia, entre los que hay personas mayores y los citados tres menores de edad.
«No queremos que nos den un piso, queremos volver a nuestra casa, pero no se han dignado ni en preguntar por nosotros. Solo una supervisora de Servicios Sociales y una concejal de Izquierda Unida (Olga Ávalos) se han interesado un poco por nuestra situación», afirma.
Sin posibilidad de regresar a su casa tras sofocar el incendio, la familia de Alba sí que estuvo varios días en un apartamento de alquiler que fue costeado por el Ayuntamiento. «Estuvimos tres días en una casa, que nos pagaron, y luego otros siete en otra, pero desde entonces ya se han desentendido de nosotros», comenta la afectada, a la que le gustaría que «nos ayudaran a buscar un piso de alquiler y a que podamos recuperar nuestra casa».
Además, Alba no duda en denunciar que durante el incendio no recibieron una correcta atención por parte de los servicios de emergencia, ya que, según comenta, «en este tipo de sucesos tiene que acudir un psicólogo y por allí no acudió ninguno. Tengo a mi madre con depresión desde entonces y yo también estoy muy afectada, ya que todos los días se me viene a la mente lo sucedido».
Cuenta además que los menores a su cargo también están sufriendo, debido al impacto del incendio y al hecho de tener que salir rápidamente de su casa y tener que cambiar de domicilio dos veces en diez días.
Por todo ello, no entienden que desde el Ayuntamiento no se hayan interesado más por su situación, y ponen la lupa encima de la alcaldesa. «Vivimos en su mismo barrio, y tanto que dice que es del Polígono y no se ha preocupado», reitera Alba, que desmiente totalmente a la portavoz del equipo de Gobierno, Noelia de la Cruz, cuando la pasada semana compareció en rueda de prensa ante los medios de comunicación para afirmar que la familia afectada por el incendio se había marchado de una vivienda social a otra de alquiler «voluntariamente», como ella misma recalcó.
Además, la edil manifestó que estaban «en contacto permanente» con la familia, algo que no parece corresponder con la versión de una de las afectadas.
Con todo, y por si fuera poco, la situación de esta familia que residía en Río Bullaque se ha visto agravada en las últimas horas. Aunque en el domicilio no quedó apenas nada útil debido al fuego, los pocos enseres que lograron salvar y agrupar, y que aún no se habían podido llevar, como una televisión que se salvó de arder, han sido robadas.
Aprovechando que el piso está vacío, un grupo de ladrones ha entrado y se ha llevado lo poco que quedaba. «Hasta los aparatos de aire acondicionado que estaban quemados y solo valían para chatarra», denuncia Alba.
Lo único positivo de todo este drama ha sido la respuesta de los vecinos. Desde un primer momento se han sucedido las donaciones voluntarias, principalmente de ropa y otros enseres domésticos, para ayudar a salir adelante a esta familia que lo ha perdido todo.
Las muestras de cariño en el barrio continúan, y está previsto que en próximas fechas se organice un acto benéfico para recoger fondos y material con el que ayudar a esta familia.