Nos encontramos con una enfermedad con baja tasa de mortalidad, pero con un alto nivel de propagación que permite prever escenarios catastróficos. La Primer Ministro Alemana Ángela Merkel, vaticina que un 70% de la población será infectada. Lo que, extrapolado a nuestro país, supone que más de 30 millones de españoles se contagiarán. Cuestión aparte es cuantos tendrán que ser ingresados y cuantos morirán (o moriremos). La adopción de medidas por las autoridades, por drásticas que sean, son imprescindibles para atajar los efectos de esta pandemia.
La pasada semana hemos tenido ejemplos de como ha primado la oportunidad política (o partidista) frente a las recomendaciones técnicas. Nacionalistas enrocados en defender sus competencias, enfrentamiento entre los partidos de la coalición del Gobierno por tener más o menos protagonismo a la hora de tomar decisiones. Enfrentamiento que trascendió a pesar de que las deliberaciones del Consejo de Ministros deben ser secretas.  El Real Decreto aprobando el estado de alarma ha de ser bienvenido y la rueda de prensa que dio a continuación el Presidente Sánchez me generó tranquilidad al ver que se zanjaban algunas de estas diferencias. Pero las medidas económicas que se esperaba que formaran parte del mismo, deberán esperar al Consejo de Ministros del próximo martes. Mientras, las empresas tienen que adoptar decisiones drásticas, desde el teletrabajo para aquellos afortunados que por su tipo de actividad y por que tengan acceso a Internet, puedan hacerlo, hasta los que se ven obligados a cerrar por responsabilidad hacía sus trabajadores y clientes. ¿Tendrán que seguir cotizando los autónomos que no tengan ingreso alguno? ¿Habrá un tratamiento adecuado a las empresas que tengan que hacer un ERTE y que se vean obligadas a seguir cotizando o, incluso a complementar el salario de sus trabajadores? ¿Qué sucede con los gastos fijos que siguen corriendo sin ingresos que generen contrapartidas? Alquiler, factor de potencia de la factura de la luz, contratos de mantenimiento, etc. ¿A alguien se le ha planteado estudiar que hace falta implantar un salario social para las familias que se queden sin ingresos? Muchas preguntas a las que veremos si hay respuestas el martes.
Tengamos en cuenta que cuando la pandemia pase, que pasará, la economía tardará en levantar cabeza y muchas empresas habrán muerto en el camino por la falta de medidas tomadas a tiempo y mucho empleo se destruirá.