Esos son los que había, de media, entre alcantarilla y alcantarilla. ¿Qué es y para qué servían? Aquí, en la Imperial Ciudad de Toledo, en la Tulaytula árabe, en la Toletum romana, el sistema de alcantarillado y de conducción de aguas siempre ha sido fuente (nunca mejor dicho) de higiene y cuidado urbanístico municipal.
Durante las últimas dos décadas su mantenimiento, cuidado y conservación ha desaparecido. Nos hemos hinchado a decir y repetir que no podían estar cegados, que no cumplían con su cometido, que había que hacer una importante inversión para su puesta, de nuevo, en funcionamiento.
Al cabo de los años, tras la nueva remodelación de las calles del Casco histórico («de primero de concejal», Pablo Corrales dixit) podemos constatar que el hombre es el animal que tropieza, ambas veces, con la misma piedra, a sabiendas.
Digo hombre en el sentido más amplio de la palabra, como ser humano. Tras las avenidas torrenciales que hemos vivido en nuestra ciudad, con la que se montó en la zona de contacto, con el desastre que provocó el agua en diferentes barrios de la ciudad, nos hartamos a leer sobre las casuísticas de ello. El cambio climático, el urbanismo en las zonas rurales en valles y naturales del paisaje. Pero nos hemos olvidado de los escasos 20 pasos que separan una alcantarilla de otra.
Esos 20 pasos no los diseñé yo, que ya estaban cuando nací. No los instalé yo, que ya se estaban cegando con el baldeo de calles. No tragaban, cierto, por culpa de papeles, basura y plásticos que se preferían empujar con agua que recoger con máquina.
Para tranquilidad de todos ya no habrá polémica por el cegado de las alcantarillas. La plaza de San Vicente, cuando llueva, se convertirá en torrente hacia Alfileritos. La calle Cristo de la Luz será una catarata antrópica, gracias al seso de los nuevos urbanistas. La calle Comercio, nuestra calle Ancha o la plaza de las cuatro calles ¿qué será? Cuando caigan cuatro gotas ¿veremos flotar media Catedral?, las columnas de la Mezquita del Cristo de la Luz, ¿se verán violentamente empujadas por el torrente del agua?
20 pasos había en el alcantarillado, ya sólo queda el recuerdo de cómo se medían las cosas en el pasado, para prevenir el futuro.