«Hemos descubierto que la comunidad mozárabe tiene entre sus miembros más ilustres al propio arzobispo de Toledo, don Braulio Rodríguez Plaza, cuya familia materna procede de Fuensalida». El sacerdote Alfonso Galdeano García presentó en el Palacio de Benacazón, junto a Roberto Félix García, los resultados de una completa investigación genealógica sobre el prelado que comenzó con su madre, Antonia Plaza Conejo, natural de esta villa toledana, y que se extendió hasta finales del siglo XVII, cuando apareció en el archivo parroquial de Fuensalida la referencia a un antepasado directo de don Braulio que fue bautizado en la parroquia mozárabe toledana de San Lucas.

La conferencia, que giró en buena medida alrededor de Fuensalida y sus principales linajes mozárabes -como los García Escobar, los Castaño Escobar, Frutos Seseña y Romo Díaz de Arce-, sirvió también para esbozar un mapa de mozarabía en la provincia de Toledo. «Hay 99 municipios con presencia de mozárabes en Toledo», añadió el sacerdote. «Fuensalida fue uno de ellos. La comunidad mozárabe, sobre todo entre los siglos XVII y XVIII, fue muy importante allí».

En este sentido, según Roberto Félix García, la investigación pretende «dar a conocer cómo vivían y qué acción social realizaban», así como «dar a conocer más esta comunidad a los fuensalideños y a los vecinos de pueblos cercanos, como Portillo».

«La investigación genealógica de un mozárabe no difiere en nada de otra en cuanto a metodología», explicó Alfonso Galdeano García. «No obstante, hay un único requisito: uno de tus antepasados tiene necesariamente que entroncar con los registros parroquiales mozárabes de Toledo. Si se cumple ese punto, eres mozárabe, junto con tus familiares. En la actualidad, el padrón actualizado ronda las 2.000 personas, que, multiplicadas por los cuatro miembros de media en cada familia, dan 8.000 personas».

La comunidad toledana, finalizó el sacerdote, disfruta en la actualidad de «muy buena salud», pero recordó que fue necesario refundar el colectivo en la década de los años sesenta, después de que se extinguiera en el siglo XIX. «Uno de nuestros objetivos es contribuir a clarificar todo lo que gira en torno a ser mozárabe, porque todavía hay quienes desconocen lo que representa formar parte de esta comunidad, o incluso quienes confunden ser mozárabe con ser árabe, cuando en realidad supuso exactamente todo lo contrario».