Las constantes desavenencias, pulsos y conflictos han sido santo y seña de la relación, rubricada el 14 de junio de 2013, mantenida por el Patronato del Rojas y la empresa G.I.S -Gestió i Serveis Trade Center, S.A-, pretende ser resuelta de una vez por todas con el establecimiento de líneas de negociación eficaces.
Y puesto que la duplicidad de programaciones ponía en entredicho la coordinación entre la programación municipal (pública) elaborada por el Teatro de Rojas, y la propuesta privada ejercida por la empresa adjudicataria de la ‘explotación’ del Palacio de Congresos y, sobre todo, aludían a una falta de defensa de lo ‘público’ ante lo ‘privado’, Teo García ya apuntó su intención de trabajar en un nuevo marco de colaboración con el objeto de establecer una «agenda única» de espectáculos.
Bajo esa dinámica de actuación, adelantó a este medio que están barajando «la posibilidad de actualizar» el acuerdo firmado en 2013 «manteniendo la premisa de mantener 12 espectáculos desarrollados a través del Rojas, actualizando los costes por los días de utilización fuera de los 12 establecidos» y «ofreciendo la posibilidad de establecer un programa conjunto una vez, claro está, esté cerrada la programación del Rojas». La misma, sentenció, deberá «estar avalada y valorada técnicamente por el equipo de Rojas».
Esto es, el concejal de Cultura apuesta por evitar conflictos y contraprogramaciones adecuando las demandas de la gestora de un edificio público «cooperando y viendo que el acuerdo beneficie a las dos partes». Sobre la propuesta ya enviada por la empresa G.I.S., hay que recordar que solicita un incremento de las cantidades que el Rojas paga por el uso del espacio a partir del montaje número 13, además del pago de las jornadas de montaje y desmontaje.
Coste por uso y montaje. Hasta ahora, el Rojas paga unos 2.500 euros y la empresa quiere llegar superar los 4.500. Esta diferencia, sin embrago, deberá pactarse porque la estimación del Rojas es que por el espectáculo se abonarían unos 3.500 euros, pagándose los días de montaje y desmontaje como una media jornada que en ningún caso sobrepasaría los 1.000 euros.
Este aumento de precio conllevaría una mayor prestación de servicios por parte de la adjudicataria de la gestión del Auditorio y, claro está, la negociación de las ganancias por parte del Rojas de la utilización que la empresa hace de los equipos técnicos allí instalados y, por supuesto, pagados con dinero público. En la actualidad, esta utilización no retorna económicamente al Rojas porque el citado uso no tiene contraprestación económica.
Sea como fuera, lo que desea el responsable de Cultura es actualizar un acuerdo -con vigencia hasta 2023- que hasta el momento sólo ha generado problemas. No en vano, ya en enero Teo García ya advirtió que los servicios jurídicos del Ayuntamiento determinarían si la realización de un concierto -progamado por la empresa sin autorización- no se ajustaba a la legalidad». Decñlaración que abrió la posibilidad de acciones legales por parte del Ayuntamiento ante los incumplimientos del convenio por la gestora del Auditorio.