Después de tanto rezar por la lluvia, ahora el agua puede deslucir o incluso impedir la procesión del Corpus. En vista de las previsiones meteorológicas hay incertidumbre en Toledo, pero el arzobispo, Francisco Cerro, ha explicado que «somos partidarios de que salga la procesión, vamos a procurar por todos los medios que salga». En cualquier caso, si hay una tromba de agua, se podría cancelar, ya el jueves por la mañana.
«No quiero pasar a la historia como el primer arzobispo que suspende la procesión, si hace falta, salgo con paraguas», bromeaba Cerro en vista de que no conoce ningún precedente.
La realidad es que el Arzobispado y el Cabildo están estudiando alternativas, partiendo siempre de que «sería dramático que no se realizase la procesión». Confía en que por la mañana escampe, lo que facilitaría salir a la calle, y si en algún momento llueve, se buscaría una protección para Custodia y Eucaristía y para los pendones y las miles de personas que congrega la procesión. Su experiencia como obispo así lo aconseja, «porque es muy traumático para la gente», y más en Toledo, donde se desplaza tanta gente expresamente y hay tanta organización.
Alternativas. En caso de tromba de tres o cuatro horas, se buscarían alternativas, como salir por la tarde. Aunque Cerro recordó que estos días está lloviendo más por la tarde. Si es así, otra opción es acortar el recorrido.