Pilar Gil Adrados

Entre Encinas

Pilar Gil Adrados


Next Generation

23/07/2020

Seguro que no había nadie que no estuviera pendiente del resultado del encuentro de Jefes de Estado y de Gobierno, en la reunión extraordinaria del Consejo europeo de julio, para hacer frente a los graves efectos de la pandemia sobre la sociedad y la economía europea, poniendo cifras a las soluciones.
Era necesario adoptar medidas de emergencia excepcionales, un fondo de recuperación, para salvar a la UE del quebranto económico debido al gasto y a las restricciones sanitarias, pero, además, cerrar al tiempo un nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP 2021-2027) con el que se define la perspectiva a largo plazo de la política presupuestaria de la UE desde 1988. El pasado martes se alcanzó el difícil y ansiado acuerdo, con el que los gobiernos podrían empezar a trabajar, consistente en un fondo de recuperación, Next Generation, de 750.000 millones de euros (390.000 en subvenciones y 360.000 en préstamos a los países) y un MFP de 1.074 billones de euros.
Creo que es esconder la cabeza debajo del ala, o bajo tierra si se trata de un avestruz, reducir la cuestión a si se ponen condiciones o no para recibir apoyo de ese presupuesto, enarbolando la bandera de la solidaridad. Este es uno de los principios del proyecto europeo hacia la integración y, por tanto, las decisiones tienen ese objetivo común y se acompañan de las condiciones necesarias para alcanzarlo. Para ello, precisamente, se da un trato diferenciado a los problemas particulares de los países. Soluciones diferenciadas pero que tienen un fin y un camino que recorrer. Por eso, este lunes los países ya han recibido las recomendaciones y dictámenes sobre las políticas económicas, presupuestarias y de empleo.
Es cierto que la sola propuesta del fondo de recuperación, unido al control de la enfermedad y al mantenimiento de las políticas fiscales expansivas ha sido una señal para los inversores del avance de la integración de la eurozona que ha fortalecido el euro en el mercado mundial. La cuestión ahora es cómo garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas limitando el gasto a la capacidad para financiarlo con ingresos estables y sostenidos en el tiempo, mientras logramos revitalizar a la sociedad europea y transitar hacia un nuevo modelo económico y social.
Que las estrategias políticas de la UE planteen cambios en el modelo económico y social, no es una gran novedad. Por eso, cuando se presentó el Next Generation me pareció un lema más de los muchos comunitarios que compendian las estrategias políticas que vamos adoptando conducidos hábilmente por directivas y reglamentos. Si bien, tras la lectura detallada del acuerdo debo reconocer el acierto que merece su denominación. Para esta respuesta rápida y eficaz, la UE debe buscar los 750.000 millones en el mercado financiero. La Comisión tiene instrucciones para que el endeudamiento neto cese en 2026 y para que los pasivos se extingan en 2058. Treinta y ocho años es toda una nueva generación.
¿Lo habremos logrado? Confío en la interacción de la estructura y la acción ¿Cómo será el mundo? ¿Qué caracterizará a esa generación? ¿Seguirán los woke de la sátira de Titania McGrath?