La ciudad de Toledo ha celebrado, este pasado jueves, el Día Internacional del Flamenco, en la plaza de Zocodover.

Las notas apasionadas danzaban en el aire, el taconeo resonaba  como el latido de un corazón vibrante, mientras los acordes de guitarra sonaban con la intensidad de mil emociones. Zocodocer era una fiesta, la del flamenco, «para popularizar la danza y darle visibilidad. En este caso en un día tan importante», declara Trinidad Giles, directora de la Academia de Danza en Toledo.

«Es una satisfacción tremenda sacar a la calle el trabajo que hemos hecho durante este último mes poder ofrecer a todo el público que se encontraba con nosotros, y regalar un poquito de nuestro arte. Compartirlo con todos», añadía.

Zocodover se llena de pasión flamenca

Una exhibición que contaba con 85 alumnas, al ritmo del piano de David Dorantes, y las sevillanas de Jorge Molero, «que tiene una letra preciosa, donde habla, en cada copla, de los rinconcitos de Toledo».

Decenas de vecinos, vecinas y turistas no quisieron perderse este espectáculo, en un día tan especial, celebrando la belleza etérea de este arte que envuelve y transporta el alma.

«El flamenco no tiene edad para aprenderlo. En la escuela están desde niñas de tres años, hasta adultos de 75 años, y todos tienen cabida. El flamenco es universal, no tiene género, no tiene edad... lo único que hay que tener es muchísima pasión, muchas ganas de expresar cada emoción y sentimiento que uno lleva y exteriorizarlo a través de los movimientos tan profundos que en el flamenco se pueden desarrollar y desempeñar», finaliza Trinidad.