El BM Imperial lo tiene en sus manos

J. M. Loeches
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Tras el empate del BM Montequinto en la pasada jornada, el cuadro toledano jugará la fase de ascenso si es capaz de ganar los siete partidos que le restan

El equipo toledano depende de sí mismo para jugar la fase de ascenso a la máxima categoría del balonmano nacional - Foto: José Llorca

Victoria y buenas sensaciones. El saldo del retorno a la competición parra el BM Ciudad Imperial no pudo ser más positivo. De paso, el tropiezo del segundo clasificado, el BM Montequinto, le ha puesto la posibilidad de jugar la fase de ascenso en sus propias manos: ganando los cinco partidos que le restan, luchará por ascender a la máxima categoría del balonmano femenino español.

Es una situación que se hubiera firmado antes de empezar. Así lo reconoce su entrenador, Diego García: «Estamos a gusto, luchando por un objetivo más alto de lo que habíamos planteado a principios de temporada, así que la ilusión no nos la va a quitar nadie».

Habrá que despejar todas las piedras que todavía quedan en el camino, pues al BM Imperial le queda afrontar cinco jornadas de liga más los dos aplazados por el accidente de tráfico. La visita al BM Leganés será el jueves 14 de marzo, mientras que la de Córdoba, para medirse con el Deza CBM, será el miércoles 3 de abril.

Este fin de semana para la competición, pero es que el siguiente encuentro será también a domicilio, en la pista del líder. Un Adesal Córdoba que confirmará matemáticamente su liderato en caso de ganar a las toledanas. Diego García reconoce, por tanto, que ganar todos los encuentros es algo «muy complicado», pero, en este caso, también piensa que es «momento de que alguien les dé un susto, a pesar de que sean muy superiores a cualquiera de los equipos de la División de Honor Plata».

De todos modos, lo importante es que el ambiente es espectacular. Después del percance en la carretera, el Imperial regresó a la cancha realizando «un acto de madurez». Son palabras de su entrenador, quien temía por el inicio del último partido, en casa contra el BM Estudiantes. Sin embargo, como añade, «fue el día que más enchufadas entraron, y se adaptaron perfectamente».

Incluso, detectó que «hay jugadoras que no han llegado todavía a romper y que están dando un pasito al frente, así que quitaron protagonismo a las de siempre», como el caso de Carolina Acosta, que fue la máxima anotadora, con 11 goles. Es algo a lo que da mucho valor porque le permite «tener una plantilla con más efectivos a un buen nivel», lo que se traduce en una mayor rotación en los partidos.