Javier del Castillo

Javier del Castillo


Pepe Domingo

19/09/2023

El día 10 de agosto – uno de los días más plomizos y calurosos del verano madrileño - entrevisté en The Objective a Pepe Domingo Castaño, recién llegado de Galicia para iniciar la nueva temporada de Tiempo de juego. Ha sido la última entrevista de quien se pasó la vida persiguiendo sueños y haciéndolos realidad delante de un micrófono.  Consiguió hasta el sueño no perseguido de dar nombre a una plaza de Padrón donde jugaba de niño.
La noticia de su fallecimiento me cogió por sorpresa, fuera de Madrid, pero guardo en el móvil un mensaje suyo en el que decía: «Javier, estoy afónico desde hace varios días; lo siento de veras». Mi mensaje de ánimo y el deseo de poder escucharle de nuevo el fin de semana en la Cope quedó sin respuesta. Una de las voces más alegres y queridas de la radio española se había apagado de repente.
No pretendo subrayar aquí los méritos de esta gran estrella de la radio (Los 40, El gran musical, Carrusel Deportivo, Tiempo de juego). Sólo señalar que llegó a Madrid el 31 de diciembre de 1966, después de haber sido joven promesa de la emisora de la Ser en Santiago de Compostela, y no dejó de hablar por la radio durante 62 años. Hasta hace unos días. 
De lo que sí quiero dejar constancia es de la preocupación de Pepe Domingo por lo que está ocurriendo en España. Cuando le pregunté si le hubiera gustado ver a otro gallego en Moncloa, su respuesta fue la siguiente: «me haría ilusión, aunque lo que más me gustaría de verdad es que este país se quitara de una puñetera vez la venda de los ojos». A continuación, y lo cuento porque está grabado y forma parte de su testamento político, hizo esta reflexión: «lo ideal sería que los dos partidos más votados en las últimas elecciones se pusieran de acuerdo y gobernaran juntos». 
A Pepe Domingo no le cabía en la cabeza – y así lo manifestó en ese encuentro – que pudiera formarse un gobierno con los votos de «gente a la que no le interesa España». «De gente - añadía el locutor y periodista – que no quiere saber nada de este país. Gente a la que sólo interesa la división, el partidismo y el nacionalismo exacerbado. Va siendo hora de que los partidos más votados hagan realidad lo que quiere el pueblo. Pónganse de acuerdo y gobiernen juntos. Cedan un poquito cada uno (PSOE y PP) en sus pretensiones y este país irá para arriba». 
Pues, olvídate de ello querido Pepe. Desgraciadamente, no caerá esa breva. Pero, al menos, que quede constancia de uno de tus últimos deseos.