La Sociedad Entidad Pública Empresarial del Suelo (SEPES) deberá abonar unos 32.000 euros en concepto de Impuesto de Bienes Inmuebles de la superficie total de 1,9 millones de metros cuadrados que componen la segunda fase de Torrehierro y lo hará por no haber iniciado estos trabajos antes de que finalice el presente año. Así lo recoge la addenda añadida al convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Talavera y la entidad de Suelo en febrero de 2016 y aprobada en Pleno con los votos favorables de PP, PSOE y el entonces grupo de Ciudadanos, y la contra de Ganemos Talavera, que lo consideraba «un mal acuerdo, precipitado y perjudicial para la ciudad».A menos de una semana de que finalice este año, y con la previsión ya anunciada del equipo de Gobierno de que las obras de la segunda fase se iniciarán durante el primer trimestre de 2018, SEPES deberá hacer frente a las ordenanzas municipales y olvidarse de la bonificación del 95 por ciento delIBI.