«Buscamos nuevos espacios en la ciudad donde plantar árboles»

Á. de la Paz
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El concejal de Río Tajo, Medio Ambiente y Deportes analiza la situación del río a su paso por la ciudad, avanza los planes de reforestación en los distintos barrios, apunta el próximo anuncio del pabellón multiusos y remarca su apuesta deportiva

Rubén Lozano es el concejal de Río Tajo, Medio Ambiente y Deportes del Ayuntamiento de Toledo. - Foto: David Pérez

Es el primer concejal de Río Tajo de la ciudad. ¿Qué implica un área de gobierno específica y sin precedente en Toledo?

Desde el punto de vista personal es un orgullo y un reto. En el nivel político, es la mejor declaración de intenciones que podía tener este Gobierno y la primera demostración de que el río nos importa y que lo vamos a tomar en serio.

¿Cuántos puntos de vertido al río hay en su paso por la ciudad?

Hay 26 puntos de vertido en el término municipal y solo nueve de ellos están autorizados. Ya hemos cerrado cuatro y ahora estamos pendientes de clausurar un quinto punto. Hoy  [se refiere al jueves 8 de febrero], hemos hablado con Tagus para cerrar el último vertido que se encontraba en la senda ecológica, a la altura del Museo Victorio Macho. En este punto han aparecido toallitas y enseres de higiene doméstica; lo vamos a cerrar en breve.

¿Aspiran a cerrarlos todos en la legislatura?

El objetivo es cerrar todos los vertidos que la ciudad de Toledo realiza al río Tajo. Y con ellos estamos comprometidos con ello. Más allá del cierre de los vertidos, y una vez hayamos cerrado todos, vamos a exigir a otros municipios que hagan lo mismo. Si clausuramos los nuestros, podemos emprender una campaña de difusión de que es posible eliminar los vertidos no autorizados al río.

El Plan Hidrológico del Tajo cumple un año sin aumento de caudal. ¿Qué ha pasado con los caudales mínimos?

Los caudales mínimos no son competencia de este Ayuntamiento. Es una competencia estatal que ejerce la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT). En un año, no hemos notado que esas medidas, más allá de ser un anuncio, se hayan transformado en realidades. El río mantiene caudales diferentes en función de la época del año y aspirar a que el río tenga un caudal estable y continuado es una dificultad que no se ha logrado resolver en estos últimos años.

Ha salido a concurso la depuración de aguas en la ciudad, ¿Cómo están las depuradoras de Polígono y Estiviel?

La depuradora del Polígono supone un problema de vertidos al Tajo, quizá sea el mayor problema que tenemos en nuestra ciudad. La nueva licitación de la depuración de aguas de Toledo establece algunas pautas encaminadas a erradicar esos vertidos al río, modificando la depuración de aguas de toda la ciudad y estableciendo alternativas a la depuradora del Polígono que está bastante saturada. Se le da más importancia y una mayor carga de trabajo a la depuradora de Estiviel, que está preparada y diseñada para trabajar mucho más: es una depuradora que vamos a aprovechar y que la nueva licitación de depuración de aguas establece como una prioridad. Se trata de disminuir el trabajo de la depuradora del Polígono y ampliar la capacidad y el trabajo de la depuradora de Estiviel, la nueva.

Sobrevuela la idea de que al Ayuntamiento le ha salido más barato pagar las multas que impone la CHT que asumir el problema de la contaminación.

En el último Pleno, tuve la oportunidad de hablar de las aguas del Tajo. Mantengo la misma idea que planteé: ha habido otros Gobiernos municipales que pagaban multas mientras este Gobierno va a cerrar vertidos. Es más razonable, coherente y positivo para el Ayuntamiento cerrar vertidos que seguir pagando multas a discreción cada año.

El anterior Gobierno municipal planteó un Museo del Agua y una terraza en la Casa del Diamantista. ¿Qué futuro le aguarda?

La Casa del Diamantista pertenece a la CHT. Creo que, sin duda, es el edificio más singular que tiene el Tajo en Toledo. Es una verdadera desgracia que, desde hace muchos años, el palacio esté abandonado y haya sufrido un deterioro importantísimo. Hay diferentes opciones para revalorizar el edificio, revitalizar toda esa zona y que en un futuro podamos tener un Centro de Interpretación del río Tajo, un lugar donde las riberas y las sendas sean un lugar de esparcimiento o se puedan hacer exposiciones. Hemos hablado, además, con conocedores de la historia del río de Toledo que están dispuestos a aportar incluso su patrimonio para que la Casa del Diamantista tenga el valor que merece. Si la CHT está dispuesta, la Casa del Diamantista podrá estar abierta y ser un punto de encuentro muy interesante para los toledanos y los visitantes. Porque estoy empeñado, además, en que el río sea un punto de atracción turística.

Carlos Velázquez mostró en campaña su intención de rescatar el proyecto Take me to the river.

Es un proyecto que contempla muchas actuaciones deseables y positivas. También tiene algunas iniciativas que, hoy por hoy, son utópicas o irrealizables, como el baño en el río. Pero sin duda alguna, Take me to the river, o cómo se pueda llamar en un futuro, tiene que ser el impulso para recuperar tanto el caudal como todo lo que está alrededor del río. Este plan tiene que acercar las dos riberas y generar un espacio de ocio, esparcimiento, deporte y cultura. Estoy convencido de que puede ser uno de los escenarios más espectaculares de la ciudad.

¿Qué actuaciones de limpieza de ribera han realizado desde el inicio de legislatura?

El primer trabajo ha sido el cierre de los vertidos. También hemos actuado con campañas de poda y labores de desescombro en algunos puntos, con plantación de especies arbóreas y con la recuperación de dos tramos de la senda ecológica. Las actuaciones van a seguir. Para esta primavera, hemos planteado una iniciativa que está funcionando muy bien en toda Europa: vamos a desarrollar unas jornadas de basuraleza en abril para limpiar todo el entorno del río, tanto lo que viene con las corrientes de agua como lo que a veces se genera en la ciudad por falta de civismo o problemas de limpieza. Es una manera de hacer actividad física, colaborar con el medio ambiente y realizar una labor que nos permita tener las riberas y el entorno más agradables.

El invierno ha tenido amplitudes térmicas importantes, pero los episodios de espumas han sido menos. ¿Por qué surgen? No parece que sea solo por la oscilación del mercurio.

Hay muchas versiones sobre sus orígenes. Sería una torpeza por mi parte decir que no hay espumas en el río. En muchos casos, puede ser por la cantidad de agua; en otros casos, vienen derivadas de los vertidos que se producen aguas arriba; y, en otros tantos, también hay espumas provocadas por los azudes que tenemos a lo largo del meandro que rodea la ciudad. Por tanto, algunas espumas son naturales y otras son fruto de la contaminación y las aguas en mal estado del río. No me cuesta ningún esfuerzo decirlo y para evitarlo estamos cerrando vertidos. Por eso queremos que aguas arriba se sigan eliminando vertidos. Es imprescindible que empiecen a desaparecer esas espumas desagradables y que tan mal aspecto y visión dan del río a su paso por Toledo.

¿Qué relación institucional tienen el Ayuntamiento y la CHT?

Hemos hablado en varias ocasiones. Es cierto que es un organismo quizás algo lento a la hora de tomar decisiones, pero quizás este concejal también pretenda muchas veces ir más deprisa de lo que se puede. La relación es buena. En el último Pleno, llevamos una proposición en la que pedíamos, de forma razonada, que la CHT procediese a arreglar el azud fracturado tras la última tormenta de septiembre. Entendemos que la CHT no es ajena a estos problemas: me gustaría pensar que son conscientes de la importancia que tiene actuar en ese punto. Confiamos que esta resolución del Pleno, que además fue casi unánime, tenga un buen recibimiento en la CHT y ese azud se adecente cuanto antes.

¿Cómo se encuentran los arroyos Ramabujas y Zorreras? 

En Ramabujas hemos actuado y debemos seguir haciéndolo porque la DANA de septiembre hizo mucho daño. En el arroyo de Zorreras, el problema, también derivado de la DANA, está siendo resuelto por el Ayuntamiento de Bargas, y me consta que con celeridad. Hay que arreglar lo generado entonces: se están retirando residuos y sedimentos porque, además, hay de olores que afectan, principalmente, al barrio de Valparaíso. El Ayuntamiento de Bargas se encarga porque los daños estaban en su término municipal y trabajan para adecentarlo cuanto antes. La primavera se acerca y los olores pueden reproducirse.

Se vislumbra un posible escenario de sequía. ¿Qué plan tiene el Ayuntamiento?

Nos encontramos con una situación bipolar respecto a las reservas de agua. Tanto el pantano del Torcón como el de Guajaraz cuentan con unos buenos niveles. El Torcón, de hecho, ha estado desalojando agua en las últimas fechas. Tenemos también suministro de Picadas, pero hemos de ser conscientes de que Guajaraz no reúne los requisitos para que su agua esté en perfectas condiciones [explica que se debería tratar el fondo del pantano]. Nos engañaríamos si pensamos que tenemos todos los pantanos de cabecera disponibles y llenos. Sería una estupidez creer que no tenemos que ser austeros y usar el agua con sentido común. Una de las acciones que vamos a implantar, entre otras alternativas, es que las piscinas que entren en funcionamiento este verano no se vacíen en los años venideros.

Hay que reforestar la ciudad para mitigar los efectos del calor. ¿Qué prevé su Plan de Arbolado?

Vamos a presentarlo en en un par de semanas; ahora estamos en época de plantación. Creo que nunca antes se han puesto tantos árboles en la ciudad, al menos desde que se hizo el parque de las Tres Culturas. La intención de este Gobierno es realizar un plan anual de arbolado en cuatro fases. Estamos en la primera fase, repoblando zonas donde no había árboles y replantando otras que Filomena dejó arrasadas; además, buscamos nuevos espacios de la ciudad donde el árbol ha de tener cabida. Era un problema que nadie quiso asumir y que se agravó con Filomena. Estoy convencido de que la ciudad necesita multiplicar la masa arbórea para suavizar las temperaturas del verano y el invierno.

La secuencia Filomena, DANA de 2021, DANA del pasado septiembre y vendaval de noviembre han tumbado muchos ejemplares.

Tenemos zonas realmente dañadas y muy perjudicadas por estos temporales. Aquí no tiene la culpa un Gobierno u otro. Tenemos la responsabilidad de tratar de reponer todo ese arbolado y ampliar muchos espacios que hasta ahora no tenían ningún árbol, ninguna sombra. Por otro lado, queremos llevar un mantenimiento y un cuidado de la masa arbórea que tampoco se venía realizando. En la ciudad tenemos un arbolado viejo, un arbolado que, en el caso de muchas especies, se encuentra débil, enfermo y debemos revisar anualmente. En nuestra responsabilidad está tanto el hacer alguna tala de ejemplares enfermos como el multiplicar el número de plantaciones.

La puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones es, también, una apuesta medioambiental.

Aspiramos a ser una ciudad verde. Lógicamente, eso no se consigue en el primer año de legislatura ni en toda la legislatura, pero estamos empezando a dar muchos pasos encaminados a disminuir la huella de carbono, sobre todo la que genera el propio Ayuntamiento. El transporte público, la movilidad, la posibilidad de desplazarnos sin recurrir al vehículo de motor, los combustibles fósiles, la luz o la electricidad son aspectos que nos tomamos muy en serio. Hemos cambiado las luminarias de muchas instalaciones deportivas por led; para los autobuses buscamos opciones menos contaminantes.

Además, estoy empeñado en la movilidad en bicicleta, bicicleta eléctrica o patinete en aquellos distritos de la ciudad donde la altimetría o el relieve no son importantes. Redundaría en toda la ciudadanía y conectaría barrios como el Polígono, Santa Bárbara o Azucaica, en los que un desplazamiento de cuatro o cinco kilómetros se puede hacer con un vehículo sin motor.

Las protestas de los agricultores acusan a la clase política de haber llevado la agenda ecologista demasiado lejos. ¿Cree que tienen razón?

He trabajado en el campo y creo que estamos ante un reto muy difícil que exige cambios en nuestro modo de vida. Entiendo perfectamente a los agricultores porque el campo no ha sido apoyado, no ha podido avanzar conforme avanza la sociedad en general. Han sido muchas veces olvidados y es necesario que se apoye a la agricultura. Eso pasa porque quienes ahora vivimos en un medio urbano seamos conscientes del valor que tienen la agricultura, la ganadería y el conjunto del sector primario para que nuestra sociedad salga adelante. Son miles de empleos y familias; al final, eso redunda en nuestra alimentación, nuestra salud y nuestro bienestar.

¿Qué objetivos se marca para la práctica deportiva de los vecinos?

Me conformaría con que no haya gente sin plaza para una escuela deportiva. Quiero, además, que podamos ofrecer un catálogo de actividades muy amplio para todos; también me refiero a la discapacidad, la tercera edad, o la adolescencia, porque me preocupa muchísimo el que los jóvenes hagan actividad física. 

Deseo un Toledo donde el turismo deportivo tenga el valor que no se le ha sabido dar en esta ciudad nunca. Es una fuente de ingresos, un escaparate extraordinario. Estamos convencidos de que con la actividad que se desarrolla, la planificación que tenemos, el multiusos que vendrá y el pensar en objetivos asumibles, nos vamos a convertir en Ciudad Europea del Deporte.

También podemos ser una referencia por los recursos naturales. La ciudad nos ofrece un río donde se tiene que remar, un Valle donde el senderismo y el esparcimiento tienen que estar a la altura. Tenemos  circuitos por el Casco histórico y un patrimonio monumental envidiable. Contamos, además, con una Facultad de Ciencias del Deporte. Hay muchos ingredientes para ser una ciudad del deporte moderna.

¿No le parece precipitado concurrir a la distinción de Ciudad Europea del Deporte en 2025? ¿No se podría haber esperado, quizás, a 2026?

Bueno, podíamos haber esperado a 2026 y podíamos no habernos planteado este objetivo. Pero creo que el deporte necesita un impulso enorme en esta ciudad porque ha estado dormido. Y yo creo que es mucho mejor despertar en 2025 que en 2026.

¿Qué propuesta de reconstrucción tienen para el estadio Carlos III?

Se debe recuperar con unas instalaciones modernas que estén integradas en Vega Baja, en el entorno de la Universidad de Castilla-La Mancha y en las riberas del río. Es una zona con un potencial inmenso y en la que, desde hace décadas, nadie ha puesto sus ojos.

Toledo necesita un nuevo pabellón similar al de muchas otras capitales de provincia. Es uno de los grandes proyectos de su departamento.

Esta Concejalía no necesita un pabellón, necesitaría varios. A Toledo le hace falta un espacio multiusos para albergar eventos de 4.000 o 5.000 personas, pero no solo eventos deportivos. La ciudad reclama y necesita un espacio donde haya competiciones de primer nivel, pero también un espacio que puede acoger eventos culturales o musicales del que carecemos. El mayor escenario que tenemos ahora, el Palacio de Congresos, puede reunir 1.000 personas. En estos momentos, la ciudad está absolutamente incapacitada para albergar un acontecimiento deportivo de primer nivel y es un reto que en esta legislatura asumimos: vamos a inaugurarlo y espero que sea uno de los grandes objetivos conseguidos por Velázquez.

¿Han elegido emplazamiento?

Seguimos discutiendo por la ubicación. Barajamos dos lugares: hemos descartado dos y nos quedan otras dos opciones. Espero que la definitiva se pueda desvelar muy pronto.

¿Qué tal la relación con el CD Toledo?

El CD Toledo es uno de los emblemas deportivos de la ciudad. No engaño a nadie si digo que no pasa por sus mejores momentos, pero cuenta con el apoyo del Ayuntamiento en la misma medida que los otros 218 clubes que hay en la ciudad. Insisto, tiene todo el apoyo posible del Ayuntamiento, aunque muchas veces no es posible atender a todas las necesidades de todos los clubes. 

Me niego a que haya un deporte prioritario en la ciudad. A partir de esa idea, la relación con el Toledo es muy buena. Hay intenciones de progresar y ambición en que el equipo pueda ascender, mejorar su categoría y mejorar también el compromiso del Ayuntamiento con la institución, que hasta ahora tiene una relación privilegiada con respecto al resto de clubes de la ciudad.

¿Ven viable la posibilidad de una nueva ciudad deportiva como quiere el CD Toledo?

Abordar una nueva ciudad deportiva no está en nuestro pensamiento. Tenemos una extraordinaria en la Escuela Central de Educación Física, donde hay que implementar muchas mejoras, rehabilitaciones y nuevas instalaciones, como el pabellón. Además, tenemos un complejo muy importante en el Polígono. Dada la dispersión de todas las instalaciones, plantearnos una nueva ciudad deportiva no nos parece lógico. Respecto al fútbol, estamos comprometidos con recuperar el campo del Carlos III: creemos que, para esta disciplina, sería suficiente con estas nuevas instalaciones.