Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


Proyectos inciertos o no

23/06/2020

Comenté  en esta misma columna un proyecto que así, visto grosso modo me parecía magnífico para Talavera, al fin una noticia esperanzadora para  una ciudad nada favorecida por  buenas novedades y desacostumbrada a  augurios favorables; era el plan de unos inversores venezolanos creo, para instalar aquí una universidad. La noticia de ser cierta,  era para tirar cohetes pero cuando se ahondaba en el proyecto aparecían cosas mejores del proyecto: enseñanzas a la última, estupendas materias para cursar, titulaciones demandadas en el mercado de trabajo, instalaciones,  hacer del Virgen del Prado un hospital clínico; todo color de rosa para Talavera que creía imposible semejante lotería pero no, no cayó ni lotería ni nada. En aquellos momentos me lancé a contarles la buena suerte de Talavera por la elección por los venezolanos que finalmente se ha revelado un engaño, una trola barata y una tomadura de pelo abrumadora. Reconozco mi fallo y que me dejé llevar por una euforia irracional cuando debería haber echado mano de la experiencia y saber que aquí no viene nada sin una lucha  descarnada y menos gratis habiendo por aquí localidades, capital incluida, que luchan con uñas y dientes por cualquier inversión en la ciudad por pequeña que sea. Y hacen bien.
Al escribir esto, he echado un vistazo a las compensaciones por el trasvase y no he visto nada, no están, no existen.  Leí que Antonio Luengo director de la Agencia del Agua ha calculado que los beneficiarios del trasvase nos deben a los afectados 106 millones de euros, pero todo esto es un terrible error, es una propinilla de nada comparada con lo que se llevan, además de los millones en dinero que nos deben, los 106 millones, no cubren ni de lejos la terrible desgracia del trasvase: las compañías que no vinieron, las fábricas que se fueron, los planes que se frustraron y el lamentable estado de Tajo y Alberche que hemos perdido por muchos años. De forma que por lo menos hay que protestar y reclamar lo que nos han robado como carteristas al avío mientras nos quedábamos como bobos con cara de vaca; la Administración nos prometió el oro y el moro –una Talavera próspera y floreciente, donde sobraría el trabajo con incontables inversiones de todo tipo- pero cuando desaparece el Tajo y nos comen los mosquitos, aparece la realidad: que nos han vendido el tranvía, nos hemos quedado pasmados con la burra vieja y esperando que paladines de la  justicia tipo Bono antes y Page después vengan como cobradores del frac para que nos paguen lo que nos deben. No sé si alguno de los grupos que dicen trabajar por Talavera tienen en cuenta que Autonomía y Gobierno central nos tomaron el pelo hasta el fondo y que se rieron de nosotros como siguen riéndose, aunque  por lo menos aquí tienen un motivo más que sobrado de protesta y vindicación, Proyectos ciertos que nos deben mientras nos pudrimos de crisis y paro,
¿Verdad Tita? ¿Verdad Page?