El Recinto Ferial de Valmojado albergó el pasado viernes un acto de homenaje a Enrique del Álamo, el párroco que se despide del pueblo después de 10 años de ejercicio.

Las asociaciones locales participaron en un encuentro que llenó las instalaciones municipales. "Siendo un día triste por la despedida de quien ha sido párroco, confesor, compañero, o amigo de tantos valmojadeños, debe convertirse en un día alegre, de acción de gracias a Dios camino durante casi diez años a don Enrique, y porque sabemos que si algún necesitamos de su ayuda, podemos contar con él", subrayó el alcalde, Jesús López, quien señaló que Toledo será el destino del cura.

La labor de Enrique del Álamo durante esta década ha marcado a los más de 4.000 empadronados de Valmojado. "Quedémonos con el privilegio de haber conocido a una persona excepcional, de un corazón inmenso, humilde, cercano, servicial. Que con el lema 'Todos somos parroquia de Valmojado', ha acercado a la Iglesia a todos los hogares de nuestro pueblo. Que ha ayudado siempre a aquel que lo ha necesitado, sin preguntar credo ni religión que profesaban, actuando sin dogmas ni sectarismos", incidió el alcalde, quien destacó la apertura del economato 'Jesús Muñoz' de Cáritas.

El párroco, tercero por la izquierda en la primera fila, junto al alcalde.

"La Iglesia católica, en los momentos de crisis, ha sido soporte para el sustento de tantas familias. Una labor social, liderada por don Enrique, que ha demostrado su espíritu de servicio en esta sociedad", resaltó sobre un párroco que ha reavivado la comunidad católica del municipio, según ha difundido el Ayuntamiento en sus canales de comunicación.

El Ayuntamiento de Valmojado, en señal de agradecimiento, entregó al sacerdote una insignia con el escudo municipal y una placa de recuerdo por los 10 años de dedicación al municipio.