El Cross Espada Toledana se hizo ayer ‘cuarentón’ estrenando los triunfos de Gema Martín Borgas y David Palacio en el circuito de Safont. Fue, además, una mañana de puro cross, con frío, cielo encapotado, un poco de barro y lluvia, que hizo su acto de aparición con la disputa de la prueba masculina absoluta.
Pero antes fueron desfilando por el circuito preparado por el Liberbank Club Atletismo Toledo un sinfín de chavales llegados de diferentes puntos del país. El punto álgido se alcanzó con la salida de la prueba femenina. Las favoritas se tomaron con tranquilidad los 7.400 metros de recorrido y la selección no se fue haciendo hasta mitad de la carrera.
Martín Borgas, Sonina Bejarano, Clara Simal, Carolina Robles y Lucía Morales se fueron destacando hasta que la cabeza de carrera se quedó en un trío de corredoras que al final se correspondió con el podio. Gema Martín Borgas se acabó desmarcando para entrar por delante en línea de meta y adjudicarse su primer triunfo. La salmantina reconoció que en su tierra ya le dijeron que se trajera la Espada y, por eso, se mostró muy contenta: «Es una pasada seguir disfrutando año tras año de estos cross y que se hagan viejos con nosotras». Además, reconoció que fue duro, aunque disfrutó con el resto de corredoras: «Nos conocemos desde que somos pequeñas».
En segunda posición entró Carolina Robles y la tercera clasificada fue Lucía Morales. SoniaBejarano, la vencedora del año pasado, se tuvo que conformar con la cuarta plaza y Clara Simal, con la quinta. La toledana Sonia Labrado estuvo a un gran nivel y concluyó en séptimo lugar detrás de la etíope Rehima Serro.
En lo que respecta a la prueba masculina, la lluvia fue una constante desde que se dio el pistoletazo de salida y dejó un escenario muy bonito para un plantel de corredores sin un favorito claro. Es más, desde los primeros metros, el liderazgo fue cambiando hasta que David Palacio y Javier Nagore cambiaron de ritmo y se marcharon hacia adelante, con el permiso de Jorge Blanco, que les siguió con recelo. El bargueño Ángel Ronco arrancó bien pero empezó a tener problemas para seguir el ritmo a sus contrincantes. Ya en la última vuelta, Palacio, que había probado a Nagore varias veces, sabía que tenía que saltar, pero se fue al suelo. Tuvo la suerte el de Écija de que la inercia le devolvió a la carrera y al final pudo irse en solitario.
El del Fent Camí Mislata empuñó su primera Espada Toledana por delante de su compañero de equipo Jorge Blanco y de Javier Nagore. Ronco acabó finalmente en una meritoria séptima plaza. Es especialista en 800 y 1.500 pero esta temporada quiere introducirse en distancias más largas, por eso, «es lo más bonito que le puede pasar a un atleta, que siempre sueña con ganar en una prueba a la que viene por primera vez». Reconoce que fue controlado a Javier Nagore, «que es el especialista», pero que al final, a la desesperada cambió el ritmo pese a la caída y sus rivales no pudieron hacer nada frente a su mejor esprint final.