CCOO ha denunciado que la empresa pública Geacam ha comenzado a notificar a sus trabajadores eventuales y fijos-discontinuos que no van a continuar trabajando una vez finalicen los contratos que se les realizaron para el periodo de extinción, ante la presunta negativa de la Consejería de Hacienda a autorizar su ampliación.
CCOO rechaza esta decisión, que afecta a unas 400 personas que irán saliendo de Geacam, aproximadamente por tercios, los días 10, 17 y 30 de septiembre, según informó el sindicato en nota de prensa.
El anuncio «resulta aún más doloroso por inesperado y sorpresivo», puesto que la propia empresa había trasladado en los últimos días que se les renovarían los contratos y hasta el pasado lunes les ha estado impartiendo formación y entregando EPIs para la campaña de prevención.
«Tal y como reclamé por escrito el pasado 23 de agosto, Geacam había planificado y previsto la ampliación de los contratos, a fin de poder cumplir el objetivo de hectáreas fijadas en trabajos de prevención, así como para poder seguir atendiendo emergencias y encomiendas diversas», indicó el responsable de la sección sindical de CCOO, Manuel Amores.
«De hecho, en estos mismos días se está trabajando en numerosas localidades de la región afectadas por la reciente DANA. Y mientras se rectifica a sí misma y anuncia la no renovación a 400 personas, Geacam acaba de ofertar diez puestos de trabajo, cinco en Alcaraz y otros cinco en Elche de la Sierra, para tareas de 'Restauración ecológica de ecosistemas forestales en la red natura 2000'», protestó.
Para Amores «está claro que la ampliación de estos contratos es más que necesaria», considerando que «no es comprensible ni aceptable que se haya echado atrás, que el lunes se les esté diciendo una cosa y el miércoles, la contraria». En su opinión, «no es aceptable que en una empresa como Geacam sigan ocurriendo estas cosas año tras año, desde que en 2012 la señora Cospedal empezó a despedir interinos tras las campañas de extinción».
«Hay compañeros que llevan diez años así, con contratos de tres o cuatro meses al año. Personas que en la mayoría de los casos tienen que dejar sus hogares y a sus familias para irse lejos a ganarse el pan apagando incendios, un año en un retén de una provincia y al siguiente en otro de otra diferente, pagándose un alquiler, asumiendo mil y un sacrificios, incluso jugándose la vida. Geacam no puede seguir tratándoles como a kleenex, como a trabajadores de usar y tirar», exigió. «Instamos a la empresa y a la Consejería de Hacienda a reconsiderar su inopinada, injusta y no justificada decisión», terminó.
Geacam, de momento, no opina. La Tribuna ha intentado ponerse en contacto con la dirección de la empresa pública de Gestión Ambiental, pero «de momento» no se van a pronunciar sobre esta nueva polémica que afecta a unos trabajadores que, desde hace once años, se ven abocados a esta situación.