'Lewi' tenía razón

Diego Izco (SPC)
-

A pesar del tropiezo en Palma, el Barça ha ganado gol juntando futbolistas alrededor del polaco

‘Lewi’ tenía razón - Foto: Toni Albir

El tropiezo del pasado martes en Palma supone un frenazo en lo que parecía el imparable crecimiento de un nuevo Barça. Alejado de aquél equipo que en los primeros compases de Liga tenía tantos problemas para relacionarse con el gol (exceptuando el caótico 3-4 de Villarreal). La entrada de los dos 'Joaos' en el once catapultó a la escuadra ante el Betis (5-0) y contra el Amberes (5-0), logró una victoria de fe y coraje remontándole dos dianas al Celta (3-2) y el empate frente al Mallorca (2-2) frenó la progresión futbolística y mental del conjunto.   

Sin embargo, a pesar de las tablas, uno de los 'extraños' suplentes en Son Moix ve cómo su teoría ha tomado cuerpo sobre la pizarra de Xavi. Robert Lewandowski, desde Polonia durante el parón de selecciones, fue crítico con el juego culé: «A veces no jugamos con suficientes futbolistas de ataque» o «no tengo suficiente apoyo» fueron algunas de las frases de un jugador que, a sus 35 años, ha visto suficiente fútbol como para cuestionar las ideas de sus entrenadores. O, al menos, debatirlas.   

Consciente de que es la referencia ofensiva del cuadro culé, técnico y delantero se reunieron: el 'falso' 4-3-3, con Gavi presuntamente ubicado en ataque… pero realmente incrustado en el centro del campo para convertir a Balde en un atacante más, otorgaba al Barça más control pero menos ocasiones de gol. La llegada de Joao Félix, pelotero eminentemente ofensivo, y la recuperación de Raphinha (unidos al buen momento de Ferrán y la irrupción estelar de Yamal) han empujado al Barcelona hacia arriba, se han acumulado «suficientes futbolistas de ataque» alrededor del polaco y, como consecuencia, llegaron los 15 goles en cuatro partidos y, en el caso concreto de Lewandowski, cinco tantos y tres asistencias… a las que podría sumarse como cuarta la 'asistencia ciega' del 2-2 en Palma, dejando pasar el balón en la diana de Fermín. 

En este duelo, el ariete fue suplente después de 22 partidos como titular. Salió en el minuto 57, en sustitución de Ferrán Torres. «Ferrán y Joao pueden alternar en la posición de 'nueve'. Lewandowski viene de jugar muchos partidos, también con la selección, y acumulaba fatiga», justificó el técnico egarense. 

Cambio de área

'Lewi' ha subido enteros. Sus goles ya han supuesto siete puntos al equipo en esta Liga (los 23 del curso pasado apenas significaron ocho puntos). E incluso su tono físico parece mejorar: la edad va condicionando la preparación de un motor 'diesel'. Sin embargo, conforme el combinado azulgrana ha ido mejorando sus prestaciones en el área contraria, las ha descuidado en la propia. 

En los dos últimos partidos, Rafa Benítez y Javier Aguirre han empleado el mismo sistema: un 5-3-2 de mucho trabajo que les ha permitido sobrevivir -a pesar de la remontada 'in extremis' del pasado sábado en Montjuic- e incluso disponer de varios contragolpes claros para hacerle más de dos tantos a un Barça que vuelve a sufrir corriendo hacia atrás. Ter Stegen y alguna mala decisión de Bamba evitaron más alegrías al Celta, y el pasado martes Larin tuvo en sus botas una clarísima en el 96 para hacer el 3-2 para el bloque 'bermellón'. 

Ese sufrimiento a la contra denota dos problemas: el de la presión tras pérdida y el del mal balance defensivo del equipo en general, del mediocentro en particular. Oriol Romeu está en la lupa. El único fichaje de la temporada por el que el club pagó dinero (3,4 millones de euros al Girona) ha quedado retratado en los dos últimos encuentros, sin apenas trascendencia, sin robos decisivos ni intervenciones determinantes para el conjunto. Es cierto que toda la línea de medios está 'tocada' sin el concurso de los creadores (De Jong y Pedri), pero la crítica ha empezado a construirse alrededor del eslabón más débil, el futbolista de 32 años y perfil medio-bajo recién llegado. 

«Llevamos dos partidos con sensación de descontrol -reconoció el canterano azulgrana- y eso no puede ser, estamos dando a los rivales demasiadas facilidades. El hecho que contraataquen con tanta facilidad nos hace daño. Nos hacen correr muchos metros y tener poca posesión en el campo rival». Fue una autocrítica velada: el mediocentro defensivo es la pieza clave para que esto, detectado como el principal fallo, no suceda tan habitualmente.