El triatleta Pablo Cabeza, talaverano de adopción, competirá el próximo 27 de agosto en el Campeonato del Mundo de Iroman 70.3 que se disputa en Lahti (Finlandia).

Acudirá a esta cita después de clasificarse para el Mundial de la misma distancia en Nueva Zelanda que iba a tener lugar en 2020, pero se suspendió por la pandemia, al igual que el de 2021. «Entonces como estaba clasificado, el año pasado me ofrecieron la posibilidad de pasar la plaza que había ganado en 2019 al Mundial a St. George, en Estados Unidos, en 2022, o a 2023 a Finlandia». Entre las dos opciones se decantó por esta última «porque nunca había estado y me llamaba más la atención».

Y, además, se muestra más ilusionado si cabe porque viajará a tierras finlandesas con triatletas de su grupo de entrenamento también clasificados para esta competición internacional. Afirma con orgullo que «posiblemente mi grupo de entrenamiento sea la representación española más numerosa en este Campeonato del Mundo».

Desde hace años está afincado en Gran Canaria donde se encuentra al frente de la empresa Pablo Cabeza Training Group, desde la que entrena a numerosos deportistas. A Finlandia acudirán ocho incluido Cabeza: cuatro canarios, un madrileño, un catalán y un talaverano residente en Almería, Javier Serrano.

Por otro lado, en Lahti competirá en el grupo de edad de 60 a 64 años: «El día de la competición tengo aún 59, pero como mi cumpleaños es el día 30 de agosto, he entrado en el grupo siguiente».

Pablo Cabeza se plantea como objetivos en este Mundial «intentar hacerlo lo mejor posible en mi categoría, competir junto a mis discípulos y hacer turismo».

Serán 1,93 kilómetros de natación, 90 kilómetros de ciclismo y 21,1 de carrera a pie, es decir, Medio Iroman. Y su denominación de 70.3 coincide con la suma de las distancias en millas, o sea, 1,2, 56 y 13,1, respectivamente.

De cara a preparación de esta importante prueba, «he hecho una doble periodización: la primera parte de la temporada ha estado enfocada a correr una prueba que se celebra en el municipio donde vivo, el Challenge de Mogán. Es también un circuito internacional y son las mismas distancias que en el Campeonato del Mundo». Quedó segundo en su grupo de edad.

A continuación hizo un pequeño descanso de unos 15 días, para después proceder a «hacer una planificación de cara a esta prueba». En este sentido, «en esto momentos nos encontramos en la fase específica de preparación, que es la parte más dura». Entrena entre 12 y 16 horas semanales; la natación es prácticamente diaria, mientras que ciclismo y carrera tres días en semana, además de acudir al gimnasio. Todo ello, lógicamente, «para llegar en las mejores condiciones posibles».

En cuanto a otro de los aspectos, Pablo Cabeza, manifiesta que «no vamos a hacer ninguna aclimatación específica porque tampoco somos profesionales como para podernos irnos allí un mes antes». Explica que «será un clima continental con un poco de humedad». Lo que está claro es que «en el norte de Europa nunca sabes qué día te va a salir».

Junto a esto, la prueba de natación se desarrollará en un lago de interior y «la temperatura del agua rondará los 19 grados y con el traje de neopreno no supondrá mayor problema». El circuito de ciclismo «es ondulado, de subidas y bajadas, que «se adapta bastante bien a mis características». Y el trazado de la carrera a pie es totalmente llano. De esta forma, Pablo Cabeza volverá a unir su nombre al Iroman.