La puesta en marcha en el día a día del nuevo equipo de gobierno incluye reuniones con todo tipo de instituciones y entidades de la ciudad. Una de las citas que se ha venido produciendo desde el inicio de esta legislatura tiene que ver con las nuevas relaciones entre Inés Cañizares como concejal de Seguridad Ciudadana y la Policía Local.
En estas primeras semanas, ambas partes ya se han reunido en más de una ocasión para conocer las demandas del cuerpo de seguridad de la ciudad, pese a que en las últimas fechas el gobierno saliente aprobó las nuevas condiciones económicas y laborales de los agentes, así como el proyecto de sus nuevas dependencias en la calle Dinamarca, previstas para el edificio en desuso conocido como la Casa de la Juventud.
Por eso mismo, porque esas cuestiones ya han pasado por Junta de Gobierno Local, desde el Sindicato de Policías Locales (SPL) entienden que no habrá marcha atrás con estas materias pese al cambio de color del equipo de gobierno. Pese a ello, el sindicato insiste en la necesidad de ejecutar el proyecto de las futuras dependencias «cuanto antes», porque ya no es cuestión del estado del actual cuartel, sino de que «se queda pequeño para el número de agentes de la ciudad».
En cualquier caso, las primeras tomas de contacto entre la Policía Local e Inés Cañizares están siendo «positivas», tal y como recalcan desde el sindicato. Creen que la predisposición «es buena» y «en actitud dialogante». De hecho, ambas partes han pactado una visita conjunta en los próximos días a la Casa de la Juventud para evaluar los detalles de la construcción del proyecto, porque desde el SPL afirman que este plan «no debe cambiarse porque se haya iniciado con el ejecutivo anterior», por lo que esperan que el nuevo gobierno local cumpla su palabra e inicie el procedimiento para su puesta en marcha.
Sin embargo, la insistencia en la construcción del nuevo cuartel no es la única de las reivindicaciones expuestas por la Policía Local para mejorar o reforzar el servicio que prestan a la ciudadanía. Las diversas medidas ofrecidas a la cartera liderada por Inés Cañizares ya se han venido solicitando a lo largo de varios años al anterior equipo de gobierno, pero sin que los miembros de éste las aceptaran, tal y como revelan desde el sindicato.
Algunas de estas medidas tienen que ver con los medios de seguridad que tienen los agentes locales para poder ejercer su trabajo con garantías. Desde el SPL plantean la necesidad de que puedan contar con instrumentos de defensa como táser o escudos invertidos. De hecho, la petición en concreto es tan necesaria para el cuerpo que informan de que en los próximos días lanzarán un escrito formal para presentar oficialmente esta demanda.
Y de mayores medios de seguridad a mayor formación de los agentes para poder usar dichos materiales, entre otros conocimientos. Los representantes policiales demandan que para poder actualizar esa formación de los agentes necesitan medios y espacio, por ello de abordarlo en equipo, lo que también está estrechamente ligado a esas dependencias con mayor amplitud.
Relacionado también con las instalaciones, el sindicato considera que sería oportuna una renovación del parque de tráfico y la creación de un lugar donde llevar a los perros abandonados o extraviados, lo que permita además contar con un veterinario las 24 horas del día.
Al margen de lo que serían las reivindicaciones físicas, el sindicato también ha hecho otras exigencias económicas, como considerar los sábados trabajados como días festivos con su correspondiente retribución; el cobro de las jefaturas de servicio, por el hecho de asumir la responsabilidad; la dotación de mayores ventajas para los agentes que realicen el turno de noche; y la subida del nivel de destino del actual número 20 al 22.
Todo lo expuesto en estas líneas no está acordado ya, ni parece que esté cerca de hacerlo, pero sí que corresponde a los planes que tanto SPL como Seguridad Ciudadana tienen en común para dignificar el cuerpo de la Policía Local de Toledo. La parte reivindicativa piensa que lo ideal sería contar con todas sus peticiones a corto plazo, especialmente las que ya están aprobadas, pero ahora falta por ver si esa «buena predisposición» se transforma en hechos y medidas reales.