Marivent, medio siglo de vacaciones reales

Carlos Pérez Gil (EFE)
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Este palacio ha sido la residencia de verano de la Familia Real desde que Juan Carlos, Sofía y sus hijos acudieran en 1973 por primera vez

Marivent, medio siglo de vacaciones reales

El viernes se cumplieron 50 años. Medio siglo desde que los jóvenes príncipes Juan Carlos y Sofía, con sus tres hijos, pisaron por primera vez el Palacio de Marivent tras la decisión de las autoridades de Baleares de que este emblemático edificio mallorquín fuera la residencia veraniega de la Familia Real.

Una efeméride que se une a la de la construcción del propio palacete, cuyas obras sobre un acantilado con vistas a la bahía de Palma empezaron hace un siglo ante el deseo del pintor y mecenas egipcio de origen griego Juan de Saridakis de instalarse en él al quedar fascinado de la isla. Ahí murió en 1963.

Tres años después de su fallecimiento, su viuda y heredera, Anunciación Marconi, donó a la Diputación de Baleares los jardines, el edificio y la colección de arte con la condición de que el complejo se convirtiera en museo y en centro de creación artística. Siete años después se añadió al convenio de cesión una cláusula para estipular que la mansión diseñada por el arquitecto mallorquín Guillem Forteza pasaba a ser la residencia real, además de espacio cultural. Este, sin embargo, cerró pronto.

Marivent, medio siglo de vacaciones realesMarivent, medio siglo de vacaciones reales - Foto: BallesterosFue, pues, el 4 de agosto de 1973 cuando los príncipes, con sus hijos Elena, Cristina y Felipe, aterrizaron en Palma a bordo de dos Mystere. Después llegaron a un Marivent recién remozado en un Seat 124 conducido por don Juan Carlos.

Esa tarde, con las autoridades de la isla, tuvo lugar «el acto de ofrecimiento» del palacio al futuro Rey de España, de 35 años por entonces, a quien el dictador Francisco Franco le había nombrado sucesor en la Jefatura de Estado en 1969.

«Este momento es memorable para nosotros (…) En nombre de todas las gentes de Baleares rogaros, Alteza, que aceptéis esta residencia para que en unión en vuestra real familia y en todas cuantas ocasiones, tiempo y momento sean de vuestro agrado, podáis disfrutar, rodeados de nuestro profundo respeto y encendido cariño, de un merecido y necesario descanso», proclamó el presidente de la Diputación de Baleares.

Marivent, medio siglo de vacaciones realesMarivent, medio siglo de vacaciones reales - Foto: BallesterosEn su primera estancia, la Familia Real estuvo agosto y los primeros días de septiembre, marcando el camino a las siguientes veranos.

Felipe de Borbón tenía cinco años en su estreno en la nueva residencia. «Pero me acuerdo de las primeras veces. El tiempo pasa rápido», comentó el ahora rey a los periodistas en su visita a los jardines de Alfabia en Mallorca el lunes junto a la reina Letizia y sus hijas.

Durante el reinado de Juan Carlos I, Marivent (mar y viento, en mallorquín) ha sido el punto de encuentro familiar, ejemplificado en los posados que cada año hacían los reyes con hijos, nietos y yernos. Una costumbre que se quebró a partir de 2008, tras la separación de la Infanta Elena de Jaime de Marichalar, de la imputación en el año 2011 de Iñaki Urdangarin por el caso Nóos y, a partir de 2019, por los escándalos de todo tipo que han salpicado al Rey Emérito.

Marivent, medio siglo de vacaciones realesMarivent, medio siglo de vacaciones reales - Foto: FRANCISCO GOMEZ / CASA S.M EL REYEn este medio siglo la villa ha alojado a ilustres huéspedes al aplicar en ella Juan Carlos I la diplomacia veraniega: el príncipe Carlos de Inglaterra junto a Diana de Gales y sus dos hijos, que estuvieron cuatro veranos; Mijail Gorbachov; los emperadores de Japón Akihito y Michiko, y su esposa Raisa; Bill y Hillary Clinton o Michele Obama.

También el presidente de Venezuela Hugo Chávez, quien en julio de 2008 selló la paz con don Juan Carlos solo unos meses después del famoso «¿por qué no te callas?» en una cumbre iberoamericana.

Por Marivent han pasado además todos los presidentes del Gobierno para despachar y almorzar con el Rey.

Tras el relevo en el trono en 2014, Felipe VI garantizó a las autoridades de Baleares que mantendría la tradición de acudir a la isla, aunque las estancias son más breves.

En 2017, se acordó abrir al público los jardines buena parte del año, no así el interior de la mansión, ni de la villa de Son Vent, situada a pocos metros, donde residen Felipe, Letizia y sus hijas.

A ello se unió el que el pasado año los reyes celebraron por primera vez la recepción a la sociedad civil de Baleares en los jardines.

Estos guiños no han convencido a algunas formaciones, que insisten en que Marivent debe dejar de ser la residencia estival de la Familia Real para cumplir la última voluntad de Saridakis:  un museo. Los descendientes del coleccionista iniciaron un pleito con el Gobierno balear, el propietario de la mansión, para reclamar la devolución de las obras de arte y el mobiliario, y el Supremo les dio la razón.

Sin embargo, esta sentencia no afectó al uso de la residencia, puesto que en 1973 la familia Saridakis renunció a él al aceptar que fuera utilizada para disfrute del jefe del Estado español.