La doble pinza que ahoga el emprendimiento

Carlos Cuesta (SPC)
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Siete de cada 10 negocios regentados por trabajadores autónomos no ven viable su continuidad tras el aumento de los gastos en un 20% así como la alta presión fiscal en un momento que ha caído su rentabilidad

La doble pinza que ahoga el emprendimiento

El colectivo de trabajadores por cuenta propia no ve una mejoría sustancial en sus negocios tras el balance del cierre del primer semestre de este año. De hecho, según el ultimo barómetro de este sector, el 70% de los autónomos está en una situación económica igual o peor que hace un año y, solo uno de cada cinco, declara que está facturando más que en 2022.

En un contexto económico inflacionista como el actual, que se caracteriza por una alta subida generalizada de precios, la constante escalada de los costes de las materias primas, los incrementos salariales y, sobre todo, una presión fiscal cada vez más severa, muchos pequeños negocios están sufriendo una falta de viabilidad y denuncian que ven aumentar sus gastos por encima de sus ventas. 

La situación actual evidencia que el aumento del gasto que soportan los empresarios es de un 20% que ahoga a siete de cada 10 autónomos y, de hecho, un millón de trabajadores por su cuenta reconoce en el último barómetro de ATA estar en problemas por la disminución de la facturación y el aumento de los costes.

La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) sostiene que más de 600.000 profesionales están levantando la persiana cada día sabiendo que van a gastar más de lo que ingresan, lo que les hace plantearse seriamente su continuidad ante el temor de verse arruinados.

El presidente de ATA, Lorenzo Amor, compara la marcha de los negocios de los emprendedores españoles como un «indicador adelantado», tanto del crecimiento de la economía como del mercado laboral. En función de sus resultados, se puede prever el comportamiento del tejido productivo en el corto y medio plazo.

El colectivo considera que sin una cierta certeza sobre el futuro y una mayor seguridad jurídica no pueden avanzar en un mercado cada vez más complicado, ni se puede generar riqueza y ni empleo.

Para ATA la situación de una buena parte de trabajadores por cuenta propia es crítica, con unos datos, por ejemplo, del pasado enero que no se daban desde 2008 al 2012 que ponen sobre la mesa la pérdida de 22.400 autónomos solo en el primer mes del año, algo no se veía desde hace 13 años.

Ante esta dura realidad, el presidente de ATA lamentó que en España «se está perdiendo tejido empresarial, se están perdiendo empresas y autónomos». La situación de la economía nacional revela que en el balance interanual del primer semestre se comprueba que se han destruido empresas y se han perdido miles de altas de autónomos lo que ya está repercutiendo en el PIB.

Las causas de esta pinza que sufren los profesionales por cuenta propia tienen que ver con el aumento de cargas fiscales que está aplicando el Gobierno con medidas como el «aumento desorbitado» de las cotizaciones sociales, según denuncia el presidente de ATA, así como las constantes «trabas» a las actividades empresariales y al incremento exponencial de los costes laborales y sociales, que están poniendo contra las cuerdas la viabilidad de muchas empresas.

Los autónomos demandan unas cotizaciones sociales más moderadas, que tengan en cuenta otros valores que llevan implícito el pago de cuantiosos impuestos que deben repercutir en sus actividades tales como el salario mínimo, lo seguros, las materias primas, las amortizaciones, sus cuotas o los alquileres.

A estas dificultades se suma también el crecimiento de la presión fiscal que, según ATA, «está ahogando a muchos autónomos». Para Amor, esta doble pinza, del aumento de la fiscalidad y de costes por la inflación, es lo que ha provocado la última caída registra en las tasas de creación de empleo, ya sea entre las empresas o en el RETA. 

A pesar de este escenario, la patronal de los autónomos no lo da todo por perdido y considera que «puede cambiar» si el Gobierno es capaz de aflorar «los dos millones de actividades económicas y trabajos que se realizan en España cada día sin cotizar a la Seguridad Social dentro de la economía sumergida que resta al menos un 20% al PIB.

Pesimismo

Las perspectivas de crecimiento en España para este año no hacen pensar un cierre en positivo después de conocerse que, por ejemplo, el número de sociedades concursadas se elevó en 2022 un 27,3%, siendo por iniciativa del deudor más del 97% de los casos, mientras que los procedimientos pasivos concursales superaron los 10.500 millones de euros, según se desprende del Anuario elaborado por el Colegio de Registradores.

La esperanza en una nueva política y de una situación económica más favorable es lo que insufla determinación en este colectivo para seguir adelante con sus negocios.