"Netflix envidia de Disney asociarse al entretenimiento familiar"

Juana Samanes
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Especialista Una carrera con más de dos décadas haciendo críticas de cine avalan la contrastada profesionalidad de este respetado analista del celuloide

"Netflix envidia de Disney asociarse al entretenimiento familiar"

El auge de las plataformas digitales, que están cambiando el panorama del negocio audiovisual, es analizado con rigor por el director del portal Decine21, el crítico cinematográfico José María Aresté en su libro La guerra del streaming. El ascenso de Netflix. Un recomendable y acertado manual, editado por Rialp, que indaga en el pasado de esas empresas y en su futuro.

Además de ser la pionera de las plataformas en streaming, ¿tiene Netflix alguna cualidad que la diferencia del resto de sus competidoras?

Yo creo que para entender el éxito de Netflix hay que mirar a sus orígenes. Ellos nacieron como un videoclub que entregaba sus películas por correo postal y sus responsables tuvieron desde el principio muy claro que su meta era entregar a sus clientes lo que querían ver en el menor tiempo posible. Esa inmediatez la han trasladado al streaming. Netflix es como el genio de la lámpara de Aladino, cumple los tres deseos lo antes posible.

¿A día de hoy, a quién cree que tiene que temer más como competidora, a HBO Max o a Disney?

Todos sus adversarios son potentes. Pero algo que Netflix envidia de Disney es que se trata de una marca asociada al entretenimiento familiar y es muy difícil superarla y desbancarla de esa parcela. Disney es un rival poderoso, con mucho dinero y, además, cuenta con un catálogo enorme de películas que Netflix no posee, porque empezó a existir en 2007.

Además de Disney, también tienen otros competidores como HBO Max, detrás de la cual están los estudios Warner o Amazon.

¿El futuro de Netflix se encuentra en la producción propia? 

Vuelvo a los orígenes. Cuando ellos eran un videoclub físico, fueron muy inteligentes en apostar por el formato DVD cuando otros lo hacían por el VHS, y se da la circunstancia de que en ese formato de DVD tenían un catálogo completísimo: desde cine blockbuster hasta de autor. Eso hizo que, desde los primeros momentos, compraron derechos de exhibición de cualquier estudio. Aunque en un principio Hollywood vio en Netflix un cliente estupendo, a la larga esto era peligroso, y se dieron cuenta de que estaban alimentando a un posible rival cuando ellos eran los dueños de esas películas y las podían colgar en sus propias plataformas. Es hace unos 10 años cuando los responsables de Netflix son conscientes de que tenían que producir contenidos propios.

Netflix, a pesar de su favorable posición, tiene el lastre de una importante deuda financiera. ¿Ese es su talón de Aquiles?

Sí, es su mayor hándicap. Netflix es una empresa que está jugando con fuego, aunque no sabemos si guarda alguna sorpresa para esta situación. Ahora mismo le va muy bien, pero los únicos ingresos que tiene son el capital inicial, el dinero que pagan mensualmente los suscriptores (un capital contante y sonante con el que pueden trabajar) y lo obtenido cuando salieron a Bolsa. Pero, por otro lado, se han visto obligados a gastar mucho dinero en tecnología y, después, en derechos millonarios de compra y ahora para realizar producción propia, donde han apostado en algunas películas por grandes directores como Martin Scorsese, David Fincher, todos ellos contratados a golpe de talonario. Eso ha conducido a una espiral de deuda que, si por cualquier factor disminuyera su número de abonados, derivaría en muchos problemas financieros. Ahora mismo, han superado los 200 millones de suscriptores, pero sus rivales, como he dicho antes, son también muy importantes.