Aunque es una virgen muy marinera y muy apegada al mar por ser la patrona de todos aquellos que se ganan la vida surcando las bravas aguas de mares y océanos, lo cierto es que también tiene una notable presencia en los terrenos más secos del interior de la península, donde incluso es patrona de localidades enclavadas en las provincias de Salamanca, Zamora, Palencia, Guadalajara, Albacete e incluso Toledo. Tal es así, que en Talavera todos los años por estas fechas sale en procesión por el barrio que lleva su nombre -El Carmen-, en un recorrido marcado tradicionalmente por el calor típico de mediados de julio.

De esta forma, y para no perder la costumbre de anteriores convocatorias, la marcha procesional de la Virgen del Carmen estuvo marcada ayer por las altas temperaturas que estos días están condicionando la semana más calurosa de la presente temporada estival. No obstante, esto no fue obstáculo para que la imagen que el resto del año está custodiada en la iglesia de los Padres Carmelitas estuviera acompañada por cientos de vecinos. Un buen aire acondicionado manual en forma de abanico sirvió para que los participantes en el acto alejaran los calores veraniegos y refrescaran en la medida de los posible el ambiente.

Antes de que diera comienzo el recorrido procesional, que arrancó en torno a las nueve de la noche, el templo situado en la calle Santa Teresa de Jesús acogió un concurrido oficio religioso. Al término de la misa, la talla de la Virgen del Carmen, toda ella rodeada de flores, salió de la parroquia para realizar un recorrido en torno al solar en el que está ubicada de iglesia de los Padres Carmelitas. La Banda Municipal de Música entonó las notas del himno nacional para oficializar la puesta en marcha de la procesión, comandada por un grupo de niños ataviados con el traje de Comunión.

Con esta marcha religiosa el barrio de El Carmen puso fin al programa de actos que la asociación de vecinos puso en marcha el pasado viernes para conmemorar la festividad de la barriada.