Con el 99,51% de los Ayuntamientos constituidos, las cuentas para el reparto de los sillones de la Diputación Provincial de Toledo son claras.
El PP obtendrá 13 diputados, el PSOE tendrá otros 13, mientras que VOX entrará con 1 diputado. Ciudadanos e IU-Podemos, que sí que tuvieron representación la pasada legislatura, quedarán fuera para el periodo 2023-2027.
Con este escenario, es lógico plantear que un pacto PP-VOX auparía a los populares a recuperar la presidencia de la institución provincial, ocho años después de que lo ocupase Arturo García-Tizón.
Requisito indispensable para ello será contar con el apoyo de VOX, ante lo que Romera aseguró que «hay buen entendimiento y las conversaciones han sido fluidas para alcanzar acuerdos en los municipios».
Por ello la incógnita se centra en quién serán los 13 concejales del PP en la provincia que ocupen el puesto de diputados, y cuál de ellos sea investido presidente.
Ante este escenario, Romera aseguró que «habrá igualdad», sin desvelar nombre alguno sobre un sillón para el que el requisito indispensable es poseer un acta de concejal. De este modo, cualquiera de los 849 electos por el Partido Popular tras los comicios del 28 de mayo, incluido el propio Romera, podrían ocupar un puesto en el plenario provincial, y alzarse como presidente o presidenta, algo que de producirse sería la primera vez en la historia.
Tras el recurso del PSOE en Cabañas de la Sagra, por el que hay por asignar un concejal en el municipio, según los plazos que marca la L.O.R.E.G., no será hasta el periodo del 18 al 23 de julio cuando se constituya el pleno de la Diputación, siendo esa la sesión donde se conocerá al presidente.