La historia que está por venir

Agencias
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España busca confirmar las expectativas en el torneo de los récords de Australiay Nueva Zelanda, para el que ya se han vendido más de un millón de entradas

La historia que está por venir

Escribimos la historia que está por venir. La canción oficial de España, inmortalizada en la voz de la valenciana Elena Farga, plasma el sentimiento generalizado de las 32 selecciones que desde hoy disputan el Mundial de fútbol femenino, que arranca en Australia y Nueva Zelanda con su faceta más reivindicativa. 

Para empezar, por el número de equipos nacionales, que por primera vez se iguala al torneo masculino. La gran fiesta del fútbol femenino se presenta como la edición más igualitaria jamás vista. Y con varios récords alcanzados, como por ejemplo el más de un millón de entradas que ya se han vendido.

España, en el mejor momento de su trayectoria, llega a su tercera cita mundialista con el objetivo de superar por primera vez una eliminatoria. Para ello, deberá dejar fuera de la cancha las diferencias internas. Alcanzar el sueño de coronarse campeona absoluta pasas por que las 23 convocadas, el cuerpo técnico y el propio entrenador, Jorge Vilda, aparquen las desavenencias que habían desatado un 'tsunami' en su seno.

La Roja llega como una de las favoritas con una solidez que se ha construido a fuego lento a lo largo de varios años y un palmarés envidiable que incluye la reciente conquista inédita del título de campeonas del mundo sub'20. También con tres de 'las 15 rebeldes' y con la actual Balón de Oro, Alexia Putellas.

Vilda asegura que España «nunca ha tenido un equipo tan completo y con tantas posibilidades», mientras que las jugadoras están listas para «hacer historia».

En la primera fase, se medirá en el Grupo C a Zambia, Costa Rica y Japón. Las primeras han hecho historia al ser la primera nación africana sin salida al mar que se clasifica para un Mundial -masculino o femenino-. Costa Rica (primer rival, mañana a las 09,30 horas), promete enseñar la creciente consistencia de su combinado. Y Japón peleará por su segunda estrella mundialista. La primera para las niponas llegó en 2011, cuando superaron a Estados Unidos en los penaltis.

El objetivo del bloque español es acceder a los octavos de final como primera clasificada. Esto les depararía un cruce con el segundo clasificado del Grupo A (Nueva Zelanda, Noruega, Suiza y Filipinas) y evitar, previsiblemente, a EEUU en cuartos. El contrincante en dicha eliminatoria serían Suecia (subcampeona en 2003) o Países Bajos (subcampeona en 2019).

Las favoritas

Son las estadounidenses, vigentes campeonas y poseedoras de cuatro títulos mundiales, las grandes favoritas junto a Inglaterra, que el pasado año ganó su primer Europeo de la mano de Lucy Bronze, Keira Walsh, Mary Earps o Leah Williamson.

De conseguirlo, las norteamericanas se convertirán en la primera selección -femenina y masculina- en alzar la Copa mundial tres veces consecutivas tras la conquista de los títulos de Canadá 2015 y Francia 2019.

Para ello, contarán una vez más con la icónica Megan Rapinoe, que pretende dejar su huella en el que será el campeonato de su retirada. Junto a ella, estrellas como Alex Morgan y Rose Lavelle.

El ramillete de aspirantes lo completan la vigente campeona olímpica, Canadá, la Brasil de Marta, que busca su primera estrella, y Alemania, que intentará el tricampeonato tras reinar en las ediciones de 2003 y 2007.