Tiembla la Premier

Diego Izco (SPC)
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La dura sanción al Everton por irregularidades de 20 millones en tres años amenaza de seriedad a dos 'gigantes': Manchester City y Chelsea

Tiembla la Premier

«Por ahora somos inocentes». La frase es de Pep Guardiola en la víspera de recibir al Liverpool. Hay nervios en el Etihad y hay intranquilidad en Stamford Bridge, hogar del Chelsea, después de la durísima sanción de la Premier League al Everton: 10 puntos menos por irregularidades económicas durante la temporada 21/22. Una comisión independiente investigó esa ruptura de las reglas de sostenibilidad de la competición y el propio club admitió haber superado el tope de 105 millones de libras de pérdidas en tres años (reconoció 124,5). El castigo no termina ahí: los clubes que perdieron la categoría en este ejercicio están reclamando compensaciones multimillonarias y el grupo norteamericano que quería comprar el club estaría 'repensando 'ejecutar dicha idea. 

Pero de fondo hay una 'consecuencia en el aire' que podría agitar los cimientos de la propia competición: la sentencia podría afectar a dos 'gigantes' como el Manchester City y el Chelsea. «Estaremos atentos -apuntaba el Everton en un comunicado- a las decisiones que se adopten en otros casos sobre las reglas financieras de la Liga». 

La condena contra los 'toffees' refleja la «imprudencia» que cometió la entidad cuando ya había sido advertido de tal peligro… y, sin embargo, continuó fichando y falseando los costes sobre su nuevo estadio, un recinto junto al paseo marítimo de Liverpool de 53.000 espectadores financiado 'a pachas' entre el propio propietario del club (el británico-iraní Farhad Moshiri, socio del magnate ruso del metal, Usmanov) y el fondo de inversiones estadounidense 777 Partners. 

Chelsea

El conjunto inglés está bajo sospecha debido a la gestión de Roman Abramovich, que pudo haber hecho inversiones millonarias no declaradas en los 19 años en que presidió el club (2003 a 2022). Además, la gestión actual de Todd Boehly no ayuda a estabilizar la situación. Los contratos de más de cinco años, la estrategia básica del magnate americano para asegurarse algunos fichajes (y amortizar gastos en los mismos), chocan frontalmente con la nueva normativa de la UEFA.

Según explicaba de forma muy gráfica el medio futbolístico Caught Offside, «el Chelsea ficha al Jugador A porque es bueno y están dispuestos a pagar 100 millones por él. Le dicen: 'Otros te dan cinco años y yo te ofrezco ocho, lo que significa que esos 100 millones se amortizan en ocho temporadas', pero la UEFA no traga con eso». Desde enero de 2023, ningún conjunto puede ya repartir el precio de un fichaje en más de cinco años del contrato inicial de un futbolista. Desde que llegó Boehly, el bloque londinense ha gastado más de 1.000 millones en fichajes y 22 futbolistas (Moisés Caicedo el último) han firmado contratos de hasta siete u ocho años.

City

Más grave parece el caso del club de Manchester, que fue acusado en febrero de este año de dar «información engañosa» sobre su economía: 115 supuestas infracciones financieras, de salarios a ingresos por patrocinios, en el período 2009-2018. 

El campeón de Europa podría morder el polvo debido a estas teóricas actuaciones. «Se desataría un infierno», fue la conclusión con la que Stefan Borson, uno de los exasesores financiero del City, definía en The Sun una posible sanción al club 'citizen'. La prensa deportiva inglesa pone al equipo de Pep Guardiola al borde del abismo y con una teórica condena que podría afectar de manera importante los intereses de la entidad en el futuro: «Las sanciones serán mucho más graves para Chelsea y City. En el segundo caso, hay muchas más acusaciones que las del Everton y son aún más graves. El peligro del descenso es real», escribía The Times. Algunas noticias hablan de una posible pena de 30 puntos (es líder de la Liga con 28), lo que sería prácticamente «un alivio» para el presidente emiratí ,Khaldoon al Mubarak, quien siempre ha defendido de manera pública la inocencia de la entidad desde que adquirió el equipo.