La Guardia Civil evidencia esporádicamente que la búsqueda de Roberto García Solana, el exalguacil de Casarrubios del Monte, sigue vigente. Los agentes iniciaron ayer la revisión por tercera vez de la finca familiar donde los testigos vieron el vehículo por última vez antes de quedar abandonado en El Álamo (Madrid). Esta vez, los especialistas de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial incorporaban un georradar para comprobar los movimientos de tierras.

La finca está localizada en el término municipal de Casarrubios del Monte, pero lejos del núcleo urbano. La Guardia Civil revisa de nuevo la finca cuatro años y tres meses después de la desaparición de Roberto García Solana, cuyo paradero resulta un misterio.

Hace justo un año, hacia finales de mayo y principios de junio, la Guardia Civil intensificó la búsqueda con nuevas batidas en el triángulo formado por las poblaciones de Casarrubios del Monte, El Viso de San Juan y El Álamo (Madrid). Los agentes especializados revisaron entonces pozos y zonas encharcadas; en definitiva, lugares de difícil acceso para intentar hallar una pista sobre este hombre desaparecido el 17 de febrero de 2019, a los 63 años.

La Guardia Civil rastrea una finca familiar de Roberto García - Foto: Yolanda LanchaA Roberto García Solana lo conocían todos en Casarrubios del Monte. Ejerció como alguacil del Ayuntamiento y se había jubilado recientemente. Recibió incluso un reconocimiento de la administración local por su desempeño. Este sexagenario aficionado al Real Madrid, aunque tampoco muy forofo, se acercó al bar 'Arrope' a ver el partido celebrado en el Bernabéu contra el Girona. Jornada 24 de la Liga 2018/2019. Abandonó el establecimiento antes de la derrota definitiva de los merengues, y se esfumó.

El domicilio de Roberto, localizado en la calle Postillón de Casarrubios del Monte, estaba intacto y ha seguido igual durante este tiempo a la espera de saber del paradero de Roberto. No había indicios extraños ni estaba forzada la puerta. «No hay pista del paradero. Se le ha tragado la tierra», lamentaba la sobrina, Almudena García, en declaraciones a este diario a los cuatro años de la desaparición.

La investigación se centró meses después de aquel febrero de 2019 en un sospechoso, que vivía muy cerca de Roberto, y permaneció en la prisión de Ocaña por su supuesta vinculación con la desaparición entre el 25 de mayo y el 16 de septiembre de 2019. Después, salió en libertad.

Los agentes dieron con el sospechoso tras descubrir que hubo cuatro extracciones de dinero en sucursales con la tarjeta de Roberto por un montante de 1.200 euros. El sospechoso argumentó que había encontrado por casualidad en las inmediaciones de la casa del desaparecido la tarjeta con la contraseña incluida, según explicó la sobrina del desaparecido.

«Era muy reservado», comentaba en febrero de este año Almudena sobre su tío, por lo que descarta que aireara una compra, en septiembre de 2018, de una vivienda familiar. La cantidad percibida tampoco resultaba extraordinaria: 30.000 euros. Por lo demás, era un alguacil recién jubilado.

La Guardia Civil ha frecuentado estos años Casarrubios del Monte y El Álamo, la vecina localidad madrileña donde apareció mal estacionado el coche de este hombre de 1,70 metros y pelo canoso que tendría ahora 68 años. Estos dos municipios están comunicados por caminos.