El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), mediante la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, ha recibido 235 solicitudes de ayudas de municipios de menos de 50.000 habitantes al cierre de la primera convocatoria de subvenciones para impulsar la movilidad ciclista. Las solicitudes proceden de 44 provincias, con Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana como  las comunidades autónomas con más proyectos presentados. En la provincia de Toledo, entre los 202 municipios posibles, solo han presentado la solicitud dos: Illescas y San Bartolomé de las Abiertas.

Con un presupuesto de 4,7 millones de euros para esta primera convocatoria, el objetivo principal es impulsar el uso de la bicicleta en los municipios de menos de 50.000 habitantes que no sean capital de provincia, y que por tanto no hayan podido optar a la financiación del 'Programa de ayudas para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación sostenible del transporte urbano' incluida en el Plan de Recuperación.

Las subvenciones servirán para cubrir hasta un máximo del 90 por ciento de los costes de cada proyecto en infraestructuras ciclistas como vías segregadas del tráfico de vehículos a motor, aparcamientos seguros para bicicletas y ciclos, y contadores o aforadores del paso de ciclistas. Esta financiación se enmarca en la Estrategia Estatal de la Bicicleta aprobada por el Consejo de Ministros en junio 2020.

La Fundación ha resuelto cerca de 300 consultas, lo que pone de manifiesto el enorme interés suscitado, destaca el Gobierno. Ahora se abre un plazo de subsanación y de evaluación que concluirá, tal y como marcan las bases reguladoras, a finales de agosto de 2023.

La resolución parcial y la definitiva serán publicadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y en la página de internet de la Fundación de los Ferrocarriles.

La concesión se tramitará en régimen de concurrencia competitiva, por lo que las solicitudes se seleccionarán en función de su impacto, calidad, madurez y relevancia. Se primarán, por ejemplo, aquellos proyectos que faciliten la intermodalidad entre el transporte público y la bicicleta, permitiendo conectar los carriles bici con intercambiadores, estaciones ferroviarias o de autobús. También se favorecerán los proyectos que incluyan una planificación para integrar las infraestructuras ciclistas en espacios educativos, culturales, sanitarios, deportivos, comerciales o de empresas.