Ansu Fati ha terminado convenciendo a todos. Tanto al Barcelona, que tenía intención de buscarle un nuevo destino para poder sacar un buen 'pellizco' económico por él que aliviara la situación financiera del club catalán, a su representante, el casi imbatible Jorge Mendes, que se ha tenido que resignar con no mover a su jugador, como a su padre, Bori Fati, que hace unos meses declaró su firme intención de que el atacante saliera del equipo dirigido por Xavi Hernández.

Según informó ayer un diario deportivo catalán, Ansu Fati lo tiene totalmente claro. Mientras apura sus vacaciones en Miami, el delantero del Barça no sopesa qué rumbo tomar en la venidera temporada 23/24. Su destino seguirá estando en la Ciudad Condal.

«Tengo contrato con el Barcelona y mi intención es seguir mejorando y creciendo allí», declaró el azulgrana tras el triunfo con la selección española en la Liga de Naciones ante Croacia. Su participación en el torneo disputado en los Países Bajos y su esperanzador tramo final de temporada con el Barça, con tres goles en dos partidos, alimentan su motivación y ganas de ganarse un puesto en el tridente ofensivo blaugrana.

Su firme intención de continuar habla bien de la ambición de un jugador que, a sus 20 años, le ha dado tiempo a explotar y a experimentar una caída en rendimiento fruto a una fastidiosa y complicada lesión de rodilla. Sin embargo, las malas sensaciones y la apatía sobre el terreno de juego parecieron desaparecer en el último tramo del pasado curso. Ansu disfrutó en el césped y fuera de él, celebrando dos títulos: LaLiga con el Barcelona y la Nations League con la Roja.

El español tiene contrato con el combinado catalán hasta 2027 y su cláusula de rescisión asciende hasta los 1.000 millones de euros, por lo que, si, como parece, quiere continuar, no habrá nada que se oponga a ello. Ni siquiera el club, dado ya por vencido en su política de convencer al jugador para que saliera y ganar algo de margen a la hora de cumplir la norma del 'Fair Play' financiero.