Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


La mayor corrupción

03/06/2022

Quizá por el dicho popular de que ningún perdido va a menos, nuestro seleccionador de colchones se ha atrevido a ir, nada menos que a Andalucía, a hablar de corrupción. Pero no a pedir perdón por aquello de haber trincado dinero 'para asar una vaca', sino para acusar de corrupto al partido que gobierna la comunidad andaluza y es oposición en España. Algo así como si el Real Madrid acusara al Barcelona de acumular copas de Europa, o como se llamen ahora.
Desgraciadamente ningún partido que haya tocado poder de verdad, puede hacer otra cosa en el asunto de la corrupción que entonar el 'mea culpa' y prometer 'nunca más pecar'. Pero es que el PSOE ocupa lo más alto de pódium de la corrupción en España y sobre todo en Andalucía.
Quizá el motivo por el que Pedro Sánchez saca la lengua a paseo en tan espinoso tema y en lugar tan emblemático para el asunto, es que conoce de sobra el vaticinio electoral. Seguramente no le ha preguntado esta vez a Tezanos y se ha enterado de la realidad. Ello con independencia de que cualquier día el CIS publique la contundente victoria socialista que pronostican las encuestas.
Pero, aunque el descaro del presidente no tiene límites hablando de la corrupción, siendo el jefe del equipo 'medalla de oro' en esta disciplina, a lo que no se atreverá es a hablar de otra corrupción, mucho más peligrosa que la económica, por muy reprochable que sea: la corrupción política, esa que consiste en dar la vuelta al programa electoral como si fuera un calcetín, y atentar contra la misma estructura del Estado, cambiando las líneas maestras de lo que siempre se había considerado permanente.
El presidente ha incurrido en la mayor traición que pudiéramos imaginarnos, incluso cuando ya enseñó la patita llenando de papeletas la urna oculta en la sede de su propio partido o cuando se comprobó que su tesis doctoral ni era tal tesis, ni tampoco era suya.  Pedro Sánchez a traicionado a los españoles en asuntos tan esenciales que afectan a la propia existencia de España y de sus valores.
Ha puesto al Estado en manos de sus declarados enemigos. Jamás en la campaña electoral se le ocurrió hablar de indultos para los golpistas y por ello a nadie se le ocurrió, ni como disparate, que para mantenerse en el poder, llegara a poner en manos de los separatistas los mismísimos servicios de inteligencia de España. Si alguien le hubiera sugerido tal posibilidad en la campaña electoral le habría puesto una querella por calumnia. Ahora ahí le tenemos en primer tiempo de saludo, a las órdenes de Rufián.
Ha establecido la colaboración política más vergonzosa con los mismos que hace cuatro días hacían política de goma-dos, habiéndose llevado por delante a mil españoles inocentes, sobre todo miembros de las fuerzas del orden democrático y políticos electos.
Ha protagonizado un giro copernicano con respecto a nuestros antiguos territorios en África, en concreto en el Sahara, sin encomendarse ni a dios ni al diablo, en contra de nuestra Historia y de todas nuestras instituciones, comenzando por el propio Parlamento.
Esto es una corrupción absoluta de las bases del propio sistema democrático. Este ejemplar nos contó que era vegetariano y cuando entramos en su fonda, resulta que solo servían platos de carne… y putrefacta.