Las convocantes quieren rebosar Zocodover de camisetas negras. Organizaciones feministas de todo el país, como la Plataforma 8M Toledo en la capital regional, han convertido esta prenda y este color en un símbolo de lucha y reivindicación. La concentración, más numerosa según la tarde va cayendo, tiene como objetivo denunciar «las distintas formas de violencia que las mujeres sufrimos cada día». Se celebra el día que empiezan los sanfermines. Planean las recientes decisiones judiciales sobre el caso de La Manada.

Hay un megáfono abierto para que quien lo desee pueda expresar su opinión sobre una lucha que atañe al conjunto de la sociedad. No se trata sólo de rechazar la violencia, también hay espacio para la reivindicación de mejor justicia y mayor comprensión. Los participantes ejercen como activistas y defienden su labor divulgativa y pedagógica. Olga Ávalos, miembro de la Plataforma 8M Toledo reclama “que las fiestas también son nuestras”. La portavoz proclama que seguirán saliendo sin miedo y que volverán a enfrentarse a sentencias como las de La Manada tantas veces como ocurran. Respecto a este caso es la tercera concentración en poco más de dos meses. Seguirán.

Se leen carteles con lemas como ‘Con ropa o sin ropa mi cuerpo no se toca’ o ‘Sola, borracha, quiero llegar a casa’. Javier Mateo y Diego Mejías, concejales del Ayuntamiento de Toledo, están presentes en la concentración. Mateo, titular de Bienestar Social recuerda «la salvajada»ocurrida en Pamplona en Pamplona hace dos años, una «violación en grupo» y alude a los jueces que asumieron el caso. «Nos tomaron el pelo», dice refiriéndose a los magistrados que consideraron aquel caso como un simple abuso