Como es sabido, la localidad toledana de Los Navalmorales, es realmente la agrupación de dos poblaciones que fueron Navalmoral de Toledo y Navalmoral de Pusa, localidad esta última, a la que se le concedió el título de Villa gracias a una Real Cédula de 21 de septiembre de 1653, hace ahora 370 años. La localidad solicitó a Felipe IV la no pertenencia al señorío y por ello aportó 17.000 reales en los servicios llamados de los '24 millones'. Recordemos que el impuesto de millones o millones y cientos, fue un impuesto indirecto que instauró Felipe II y que tuvo vigencia desde 1590, el cual se aplicaba sobre determinados alimentos y sobre las conocidas como seis especias: vino, vinagre, aceite, carne, jabón y velas de sebo y del cual se obtenían importantes ingresos. Como así reza en el documento oficial, el juez nombrado para confirmar dicha concesión, llegó a Navalmoral el uno de octubre de 1653 y realizó los nombramientos de justicias en los vecinos correspondientes, cuyos cargos eran dos alcaldes ordinarios, dos regidores, un procurador general, dos alguaciles ordinarios, un mayordomo de propios y un almotacén (persona encargada de contrastar las pesas y las medidas). Por otro lado, el juez revisó –como era preceptivo- los pesos y medidas con las que los tenderos y carniceros vendían sus productos y a continuación confirmó los amojonamientos del término, siendo este mismo juez el que encargó levantar el rollo y picota, que según indicó debía colocarse en sitio público, como era costumbre. Este mismo rollo lo podemos encontrar hoy en la Plaza de la Constitución, el cual posee la fecha de su colocación, es decir el 2 de julio de 1665. Desde ese momento Navalmoral de Pusa podía tener alcaldes que no debían dar cuentas al señor y empezó de esta forma una nueva etapa en su historia.

La historia de los dos enclaves que forman hoy Los Navalmorales ha estado unida a lo largo del tiempo, ya que, aunque tuvieron jurisdicciones diferentes (Navalmoral de Toledo dependía de la capital toledana y Navalmoral de Pusa al Señorío de Valdepusa), solo un arroyo conocido como el Lugar o de la Fuente, fue la mínima frontera entre ambas localidades, la primera ubicada en la orilla izquierda y la segunda en la derecha. Sería en el año 1357 cuando encontramos la creación del Señorío de Valdepusa citado en un privilegio del rey Pedro I, donde se concede a Diego Gómez –Notario Mayor en el Reino de Toledo- este territorio- Se otorgó para la creación del señorío un privilegio rodado fechado en Toledo el 26 de mayo de 1357 y ya que esta comarca era recorrida por el río Pusa, se le denominó de Valdepusa. Con este privilegio se le concedía a Diego Gómez y a sus sucesores la inmunidad perpetua y la capacidad de gobernar el señorío de Valdepusa. De igual forma, el señor era el único que tenía la autoridad de nombrar a los miembros del concejo. Posiblemente sería hasta el siglo XV cuando Navalmoral de Pusa no se poblase por los primeros habitantes que comienzan a llegar al lugar. Sabemos que en el año 1489 se intenta constituir el concejo, si bien la cantidad de vecinos -12 exactamente- no era suficiente para formalidad dicha constitución.

No pensemos que el señor, es decir el marqués de Malpica, aceptó de buenas formas la nueva situación jurídica de Navalmoral de Pusa, ya que como era de esperar, consideró agraviados sus intereses y por ello interpuso recurso al privilegio de exención de la nueva villa y los procesos y pleitos por la propiedad de la misma se alargaron extremadamente en el tiempo, prorrogándose alguno de ellos incluso hasta el siglo XIX, momento en el cual como sabemos y gracias a las nuevas leyes, todos los señoríos quedaron incorporados a la Nación. Ya en 1835 la unión de ambas localidades se hizo efectiva, comenzándose a llamar Los Navalmorales a ambos enclaves, formando una interesante población de la Jara digna de recorrer y descubrir.

Es importante señalar que hace apenas unos días Los Navalmorales ha celebrado sus fiestas patronales en honor al Cristo de las Maravillas, que tienen lugar cada año del 12 al 17 de septiembre. Otros motivos para visitar Los Navalmorales son la festividad del Corpus Christi donde admiraremos sus preciosas alfombras florales y su Feria de Artesanía que se celebra a mediados de agosto de cada año.

*José García Cano es académico correspondiente en Consuegra de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo.