El alcalde de Yunclillos, Manuel Zamarreño, parece un roble. Alto y fuerte. Pero la tormenta que ha dinamitado su pueblo enflaquece a cualquiera. «Dormir no se duerme», confesaba ayer a este diario cuatro días después de la riada que arrasado la vida de este pequeño municipio sagreño que había conservado su estética en plena fiebre constructora altededor. Costará la devolución del orden a la calle nuclear de la localidad, levantada sobre un antiguo cauce, pero al menos la estructura de los inmuebles han resistido el embate.
«Estás dándole vueltas. Porque no sabes si lo estás haciendo bien. O mal», continúa un alcalde cuyo coche acabó devorado por el agua. Zamarreño esquiva hablar de sí mismo o de su propio perjuicio y se ofrece a los vecinos. Como tantos alcaldes de la provincia desarbolados por la DANA que intentan mantener la templanza.
A su lado, los concejales ayudan a atar los problemas y corregir el caos desatado por la confluencia de tres arroyos en la calle Real, el cogollo de un pueblo de 700 habitantes. La larga vía flanqueada por los servicios más importantes, como el consultorio médico o la farmacia, acabó devorada por el fango. Aún cuesta mucho caminar sin resbalar entre el barro mezclado con charcos de agua. Y cuesta acostumbrarse a ver coches totalmente destrozados en una calle donde fluía la vida hasta el domingo.
Yunclillos cuantifica en cuatro millones los daños de la DANA - Foto: Yolanda LanchaEl alcalde, quien asumió el cargo hace sólo dos meses, ha cuantificado los daños causados por la DANA en unos cuatro millones de euros, el doble del cálculo precipitado inicial. Esta cantidad casi sextuplica el presupuesto anual de este municipio sagreño, que ha recibido en los primeros días ayuda de empresarios.
El arquitecto municipal de Yunclillos, Álvaro Criado, visitó ayer por primera vez el pueblo desde la DANA y ha revisado los inmuebles más castigados por la riada. «En principio, no hemos detectado daños estructurales en los edificios salvo en una vivienda al inicio de la calle, que se ha llevado toda la fuerza de la riada», asevera a este diario. En este sentido, agregó que costará a los propietarios rehacer el interior de las viviendas.
«Habrá que esperar un poco por si hubiera afectado de alguna manera el subsuelo y se hubiesen corrido tierras en algún sitio, pero no hay ningún síntoma», detalla el arquitecto municipal, quien había visto por primera vez tanta destrucción por causas naturales.
«No se pueden planificar las cosas para eventos que probablemente no ocurran. No puedes diseñar un pueblo para una riada de esta envergadura», señala aunque apostilla que la reconstrucción puede servir para la incorporación de medidas para intentar corregir estas avenidas de agua.
«Necesitamos ayuda, ayuda y ayuda. Y cuanto más urgente, mejor», expresaba Zamarreño ante sus compañeros senadores del PP Vicente Tirado y Carmen Riolobos. Ambos abanderan el impulso de una iniciativa parlamentaria para la declaración de zona gravemente afectada a municipios como Yunclillos. Los 'populares' destacaron la ayuda de la Diputación e instaron a una mayor implicación de la Junta y del Gobierno de España. Así, reclaman que el Consejo de Ministros declare la zona catastrófica.