El convento toledano de los Carmelitas Descalzos pide ayuda tras los daños sufridos por la reciente DANA. Concretamente, el edificio del siglo XVII, declarado Bien de Interés Cultural, sufrió el derrumbe de parte de su tejado como consecuencia de las fuertes lluvias.
Un destrozo que no fue descubierto por los frailes que allí conviven hasta la mañana siguiente a la DANA. Esto se debe, según relata el padre Ricardo Plaza, prior de los Carmelitas Descalzos, a que durante la tarde del pasado domingo 3 de septiembre las lluvias desbordaron los canalones del convento provocando numerosas caídas de agua por el interior de su claustro. Al darse esta situación, los frailes actuaron en consecuencia retirando los objetos de valor que allí se ubican, como sillones o cuadros, lo que evitó que escucharan el estruendo del derrumbe del tejado.
Sin embargo, los internos del convento se encontraron con agua en sus habitaciones. Tras una primera impresión, los Carmelitas Descalzos intuyeron que ese episodio se debía a una gran gotera en el tejado. Finalmente, el prior desvela que fue un compañero -el padre Miguel- el que «no se quedó a gusto y el lunes se levantó a las 7 de la mañana, se metió por la bóveda del tejado y vio el desastre. Seis metros de agujero».
Derrumbe causado por la lluvia en el convento de los Carmelitas Descalzos. Una vez hallado el problema, el padre Ricardo Plaza informa de que el derrumbe se produjo justo encima de los alojamientos que ofrece el convento. Concretamente, veinte: «el 50 por ciento de la hospedería». Un drama que pudo ser aún mayor si la tormenta se hubiera producido unas horas antes, porque la hospedería contaba con huéspedes hasta la mañana de ese mismo domingo. Afortunadamente no hubo que lamentar daños personales.
Hoy, el agujero se encuentra tapado con una lona para evitar que entre el agua en caso de nuevas lluvias. El arquitecto que se encargó de visitar los desperfectos ha informado que la mayoría del tejado «se encuentra enfermo», por lo que ha aconsejado a los frailes que deben restaurar, al menos, dos alas del mismo.
Para el prior, esto no sólo supone un problema por los daños materiales , sino porque también afecta a los ingresos que perciben con la hospedería y que según sus cálculos no podrán reabrir en varios meses.
Ante esta situación y desde el día de ayer, los frailes han puesto a disposición de la sociedad toledana o foránea un número de cuenta, además del servicio de bizum para obtener financiación que permita reparar este inmueble histórico. En tan sólo unas horas, el padre Ricardo reconoce que ya han recibido la aportación de «quiénes nos quieren», pero necesitan más. Para aportar granitos de arena pueden hacerlo al bizum del teléfono 610 08 45 52 o en la cuenta bancaria ES33 0049 2604 4621 1524 1778.