Desde 2008 cada año que pasa el sistema educativo de Castilla-La Mancha pierde de media 4.800 alumnos. «Esta bajada de la natalidad está conllevando la desaparición de unidades y puestos de trabajo en la educación pública»,  avisa Lorenzo Alberca, responsable de Acción Sindical de STE Castilla-La Mancha. En este curso lo cifra en la supresión de 59 unidades y 63 puestos de trabajo, sobre todo en las provincias de Ciudad Real, Albacete y Cuenca. «Esto es solo el principio. Estamos empezando a ver los estragos de un auténtico tsunami que va avanzando por Infantil y Primaria», avisa.

El problema no es que haya un año en el que haya habido pocos nacimientos, sino que la tendencia es a la baja año tras año. Si en 2008 hubo 22.000 nacimientos, en 2014 ya estaban en los 17.000  y en 2020 y 2021 no se superó la barrera de los 14.000.

En este contexto, STE reprocha a la Junta la competencia que hace la concertada en Castilla-La Mancha. «Esta disminución de  la plantilla choca con el blindaje de los conciertos educativos para los próximos seis años», lamentan. Por eso desde el sindicato han recurrido esta orden de conciertos. Calculan que en estos momentos la concertada representa el 15% de la educación castellano-manchega, pero a este paso estiman que en un años podría llegar al 20 o 25%.

También el descenso de la natalidad hace que STE minimice el esfuerzo en reducir las ratios que hace la Consejería. Recuerdan que para este curso estarán en 22 niños de máximo en tres y cuatro años y en 25 en el resto de Infantil y Primaria. Para STE el tope debería estar en veinte alumnos. Para Secundaria quieren 25, cuando ahora está en 30 y para Bachillerato demandan que como mucho haya 35 estudiantes por aula.