Editorial

Ejercicio de responsabilidad de patronal y sindicatos

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Los agentes sociales alcanzaron este viernes un preacuerdo, que podría ser ratificado el lunes, para una subida de los salarios en el que será el V Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva, caducado desde el año 2020. El pacto en materia salarial, que comprende un marco temporal de tres años, incluyendo el actual, recomienda a las empresas un incremento de los sueldos del 4% en 2023 y de un 3% en 2024 y también de cara a 2025. A su vez, en consonancia con la turbulenta situación de la economía y la volatilidad de los precios establece una cláusula de revisión anual consistente en una subida adicional del 1%.

El principio de acuerdo entre patronal y sindicatos llega sellado desde la discreción y blindado a injerencias políticas. Tal vez ahí resida el éxito de las negociaciones. Viene precedido de la tradicional manifestación sindical del Primero de Mayo en la que los representantes de los trabajadores, como parte de una escenificación costumbrista, anunciaron tiempos convulsos si la patronal no se avenía a negociar una mejora de los salarios. "Un escenario de paz social o de conflictividad", anunció el líder de Comisiones Obreras, Unai Sordo. Al mismo tiempo, los datos del paro correspondientes al mes de abril con un descenso de 74.000 personas y con un total de más de 20,6 millones de cotizantes a la Seguridad Social, la cifra más alta de la serie histórica, han dibujado un prolegómeno favorable al desenlace desvelado ayer. Buenos tiempos para el empleo que, sin embargo, no han impedido que los trabajadores, fruto de la creciente inflación agravada por la guerra de Ucrania, vean reducido en gran medida su poder adquisitivo. El pacto entre los agentes sociales da respuesta a una realidad que no se puede obviar, el alza de los precios está castigando especialmente a la clase trabajadora y, por ende, a las economías domésticas.

Aunque es menor de lo que plantearon en un principio los sindicatos, que diseñaron un incremento superior al 13% entre 2022 y 2024, ambas partes ultiman los términos del pacto que tiene un valor doble atendiendo a los altibajos en sus relaciones en una legislatura complicada. No han faltado los desencuentros incentivados en gran medida por el ala más radical del Gobierno que, de forma reiterada, ha puesto a la patronal en el punto de mira. Las dos subidas del salario mínimo se sellaron sin la empresa y tampoco ha habido acercamiento en materia de pensiones. La subida de salarios hasta 2025 rompe esta tendencia frentista. A través de las redes sociales Yolanda Díaz felicitaba el acuerdo. Desde la patronal aplaudirán principalmente la consecución de un pacto que niega la foto y la medalla a la ministra de Trabajo, empeñada en capitalizar los avances de materia social, incluso los que, como la reforma laboral, se logran por accidente. Alejada de la batalla política, la medida es una apuesta por el entendimiento y viene a normalizar las relaciones entre dos actores fundamentales obligados a entenderse.