Postales del Colegio de Huérfanos de la Infantería

J. Monroy / Toledo
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Editores como Castañeira y Álvarez, Hauser y Menet y el propio coldgio María Cristina dejaron imágenes de las instalaciones y del colegio ubicado en la manzada del actual hotel

Postales del Colegio de Huérfanos de la Infantería

Varios editores desarrollaron postales sobre el antiguo Colegios de Huérfanos de la Oficialidad de Infantería, situado en la manzana del actual hotel María Cristina. Así lo hicieron Castañeira y Álvarez que publicó unas vistas de la fachada y del patio interior, y la Asociación para Huérfanos de Infantería, que sacó unas catorce tomas del interior y el exterior del inmueble. Pero sin duda las postales más llamativas son las que más o menos por aquella época sacó la casa Hauser y Menet, llamativas sobre todo por la amplia presencia de alumnos en cada una de las tomas.

El Colegio de Huérfanos de Infantería se fundó en 1872 en el actual museo de Santa Cruz, gracias al empuje de Fernando Fernández de Córdoba, (II marqués de Mendigorría). Sin embargo, saturado por las guerras y sin fondos económicos, en 1886 se trasladó a Aranjuez, donde se mantuvo hasta 1971, ya con el nombre de Colegio de María Cristina. A partir de esa fecha, funciona en Guadalajara. Aún así, su historia volvería a relacionarse con Toledo, dado que entre 1897 y la Guerra Civil, el servicio retornó a la ciudad, como Colegio de María Cristina para Huérfanos de la Infantería, sección Varones. En esta ocasión, se ubicó en el antiguo hospital de San Lázaro, convertido en cuartel unos años antes, en la actual manzana del hotel María Cristina.

En 1936 el edificio sufrió un grave incendio durante los primeros días de la Guerra Civil, durante el ataque de las tropas republicanas en su intento por evitar que los sublevados se hicieran fuertes en Toledo antes de llegar al Alcázar. Durante décadas, el edificio estuvo en ruina y abandono. Todo ello, hasta que se creara el complejo turístico y de ocio, con la dirección artística del arquitecto Fernando Chueca Goitia.

Postales del Colegio de Huérfanos de la InfanteríaPostales del Colegio de Huérfanos de la InfanteríaHacia 1920, Castañeira y Álvarez ya había publicado dos postales del colegio, una bonita imagen de una mujer a la puerta del mismo, y el patio interior, que Eduardo Sánchez Butragueño fecha en 1906.

El libro de Postales de Toledo en la colección Luis Alba habla de la serie que la Asociación para Huérfanos de Infantería sacó sobre 1930. Esto es posible gracias a que «esta institución contaba con talleres gráficos propios, y así lo refleja en el dorso de las tarjetas: Toledo. Imp. y Fotog. del Colegio de Huérfanos de Infª». Sus catorce postales están colgadas en la web del Archivo Municipal. Recogen imágenes de la fachada, diversas clases, dormitorios, enfermería, patios y gimnasio, los salones de recreo y estudio, la sala de visita y hasta los baños. Son todas ellas estancias vacías.

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En contraste con ellas, las postales elaborados por la casa Hauser y Menet están colmadas de alumnos. Hauser y Menet, editores suizos afincados en Madrid, fueron de los primeros en publicar postales de Toledo, desde 1897. Hicieron varios trabajos para la Academia y también estas movidas postales, con un grupo de alumnos en el patio principal, comedor, dormitorio, sala de lecturas, salas de recreos y enfermería.